El aviso de un perro permite el rescate de un hombre que se ahogaba en el puerto de Málaga
Un hombre que se estaba ahogando en el puerto de Málaga ha sido rescatado este jueves gracias a la alerta de un singular personaje: Nanook, un perro que se dio cuenta de lo que ocurría y no paró de ladrar hasta que su dueño se percató del suceso.
Como cada mañana, este perro labrador chocolate de un año, “muy tranquilo, bueno y juguetón”, como lo definen sus dueños, Alba y José Ignacio, salió a pasear con éste último sobre las 07.30 horas por el muelle 1 del puerto.
De regreso a casa, a la altura de la Casa de Botes, comenzó a ladrar, lo que no es habitual en él y menos aún teniendo en cuenta que no había nadie en la zona, según ha relatado a Europa Press su propietaria.
Dado que Nanook no paraba de ladrar y de tirar de su dueño, éste decidió seguirle hasta que al final oyó los gritos de socorro de un hombre mayor que se encontraba en el agua. Tras tranquilizarlo, José Ignacio dio la voz de alarma.
Finalmente, el hombre fue rescatado por efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Portuaria, por operarios del puerto de Málaga y por otros ciudadanos que pasaban en ese momento por el lugar.
Mientras su dueño ayudaba en estas tareas, Nanook esperaba nervioso a ver qué ocurría. Finalmente, una vez atendido el hombre y a la espera de la llegada de los servicios sanitarios, volvió a casa con su dueño como todos los días, pero hoy como un héroe.
admirable
La cara de los perros me transmiten lealtad, sinceridad, fidelidad, amistad.
Tengo tantas anécdotas de mis perros que algunas parecen que tienen entendimiento como una persona.
Yo últimamente sólo siento odio cuando leo las noticias, gracias a Nanook hoy mi corazón ha vuelto a sonreír. Gracias Nanook, eres una preciosidad, tu carita lo dice todo… Muac !
En efecto, su carita, que lo dice todo, rebosa compasión por todos los lados ¡Que gran lección para los humanos!
Hay que ver cuanto tienen que enseñar estos nobles y fieles animales a (algunos) humanos en valores y sentimientos.
Dos mil años de cultura para llegar a la conclusión de que tenemos más que aprender los humanos de los perros que los perros de los humanos.
Me viene a la memoria el famoso pasaje del cantante brasileño Roberto Carlos “Yo quisiera ser civilizado como los animales”.