La solemne custodia legionaria al Cristo ‘malagueño’ de la Buena Muerte
EM.- En la penumbra de la capilla, las miradas oscilan entre el Cristo yaciente cubierto por la bandera de la Legión y los cinco hombres con el arma clavada en el suelo y aspecto hierático. En ese extraño silencio, que apenas rompe el crujir de las botas de los legionarios cuando ajustan unos milímetros su posición o el clic de una cámara, la atmósfera se convierte en devoción.
A los pocos minutos, se abre una puerta y suena una corneta. En cuanto se dejan sentir las firmes zancadas del relevo de la guardia que custodia al Cristo de la Buena Muerte, cambia la expresión de un niño que no pierde detalle en primera fila y se mezclan en sus ojos el asombro, la admiración y también quizá algo de temor.
Los pasos en la pequeña capilla, los golpes en el pecho y los rifles componen una singular coreografía. “Contraseña”, se oye cuando los diez hombres se encuentran frente a frente. “Relevo de la guardia del Cristo de la Buena Muerte”. Y entonces unos segundos de espera, como si los veteranos quisieran comprobar mirando fijamente a los ojos de los nuevos si es cierto lo que dicen. Pero pronto comienza de nuevo el baile marcial que se desarrolla como si la estancia sólo estuviera ocupada por el Crucificado, aunque enfrente haya una multitud. Se alejan los pasos de los que han cumplido su labor de velar por su Cristo y la puerta se cierra tras ellos.
La tradición del cambio de guardia del Cristo de la Buena Muerte se remonta a los años 20 y es una de las que más expectación genera en cada Semana Santa malagueña por su singularidad. Según ha señalado el jefe de la guardia, Antonio Cano, este año se prevén batir todos los récords de participación, ya que en apenas unas horas del Domingo de Ramos asistieron más de 2.000 personas, cifra que suele alcanzarse a lo largo de todo un día.
La Congregación de Mena ha recibido este añó más de 20.000 peticiones oficiales para ver este espectáculo que aúna el fervor religioso y castrense. De ahí que se haya ampliado la guardia a la tarde del Miércoles Santo, día previo al traslado y salida procesional de la congregación.
Durante siete horas al día, 18 legionarios del Tercio Duque de Alba de Ceuta se turnan para proteger a su Cristo, mientras las colas se suceden en la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás. “Es algo único, porque existen reproducciones pero el protegido oficial de la Legión es el Cristo de Mena”, ha comentado Cano, quien afirma que la crisis en Mena no se ha dejado sentir gracias a los malagueños y al interés de la Legión por mantener intacta esta tradición.
Además, Cano ha añadido que en esta congregación no existen los ensayos, “todo se transmite de generación en generación” entre los 240 hombres de trono, a los que se sumarán otros dos centenares de legionarios que este Jueves Santo emocionarán con su canto al Cristo de la Buena Muerte.
Seria de agradecer, si es posible, que publicaran en este artículo el video de esta ceremonia.
Qué artículos tan bien escritos hacéis en AD, ¡coño!
Ese es nuestro DIOS y ese nuestro ejercito nacional
¡¡ARRIBA ESPAÑA!!
¡¡VIVA CRISTO REY!!
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Esto es una maravilla, una lección de hombría y devoción a su Rey verdadero, que belleza, esto es único en el mundo, es Patrimonio Español, es un orgullo sin parangón en éste planeta. ¡Viva la Legión! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España siempre!
Yo no lo considero “patrimonio español”. Es tan importante, tan solemne y tan único que patrimonio español sería una corta consideración. Pienso que tendría que ser considerado PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.
Los pelos como escarpias.
Es increíble la actuación de los llamados cariñosamente “legías”. Es emocionante la actuación de La Legión en todos los actos de la Semana Santa.
Por favor, que no cambie.
Aunque aparezcan algunos pedazos de mulos como Zapatero, la Chacón y similares.