El diario El Mundo se hacía eco el 4 de junio de 2010 de la presunta implicación del alcalde de Palafolls, Valentí Agustí Bassa, en adjudicaciones a dedo y de concesiones de obras.

La trama fue destapada por un constructor, Christophe Lemonche, que hartode perder su fortuna y sus propiedades por los caprichos del regidor, decidió tirar de la manta y sacar a la luz los trapos sucios del Ayuntamiento de Palafolls (Barcelona), autoimplicándose en la propia causa.

Esta denuncia acabó con una querella criminal presentada por la Fiscalía contra el alcalde y que arrastraron a diferentes cargos electos y funcionarios del Ayuntamiento, que fueron imputados. Por ahora continúan imputados el alcalde, el exsecretario municipal y el aparejador municipal. Además de estos cargos públicos, también están imputados el arquitecto de la obra de los aparcamientos-gradas y el mismo Lemonche. Se les acusa de supuesta malversación y prevaricación. Hasta donde sabemos, el tema todavía no está zanjado.

El que sí cayó por asuntos semejantes fue el exalcalde del municipio de Santa Susanna (Barcelona) Joan Campolier, siendo inhabilitado como alcalde y sancionado por la justicia. Campolier, tiene fama de tipo extraño, masón y amigo de Juan Carlos de Borbón. Algo pasa por el Maresme, pues este tipo de extraños sujetos abunda.

Por ejemplo, el alcalde de Palafolls, el que odia a muerte a La Legión, aparte de ser socialista, de esos que van con BMW, ha llenado la población de simbología masónica, como pirámides (símbolo masónico) dedicadas a personajes desconocidos por la población. El coste de las pirámides es un despropósito: 100.000 euros y designada su construcción a dedo.

También hay que decir que es el médico del pueblo y que en algún pleno había reconocido que es que había delinquido al llevar mujeres a abortar a Holanda, cuando aún era punible en España.

Pero este personaje da mucho de sí. En siguiente artículos, ampliaremos información.

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