José Manuel Soria abandona toda su actividad política. La semana que arrancó en el PP con la defensa férrea del titular de Industria concluye con su marcha del Gobierno en funciones y la renuncia a su escaño en el Congreso y a la dirección del partido en Canarias. “Tras una conversación con el presidente del Gobierno, le he trasladado mi decisión irrevocable de presentar mi renuncia expresa a las funciones que como ministro de Industria, Energía y Turismo tengo encomendadas desde el pasado día 21 de diciembre”, ha comunicado a través de una nota firmada por él mismo y en la que asume “el daño evidente que esta situación está causando al Gobierno de España, al Partido Popular, a los compañeros de militancia y a los votantes, singularmente grave en el momento político actual”.

La decisión no ha sorprendido en el partido. “Era cuestión de horas, es una decisión acertada”, aseguran en la formación, donde ayer se presionaba para que el ministro abandonara su puesto. “Mejor si lo hubiese hecho ayer”, añaden quienes son partidarios de que el PP reaccione con “contundencia” ante la pérdida de credibilidad de cualquiera de los suyos, conscientes de que ese es uno de los principales factores que han quebrado la confianza del electorado. Fernando Martínez-Maillo ha querido, aun así, agradecer el gesto. “Es una decisión muy coherente, José Manuel Soria ha ejercido la actividad política de manera ejemplar y quiero reconocerle, como vicesecretario de Organización, nuestro agradecimiento”, ha asegurado en TVE.

En la jornada de ayer ya se había producido un punto de inflexión. Pese a que a primera hora, fuentes de la cúpula aún ponían la mano en el fuego por su compañero de filas, la marcha de Soria se esperaba desde que a mediodía saltó a la luz que el ministro no sólo ha aparecido en los llamados ‘Papeles de Panamá’, sino que siendo alcalde de Las Palmas había ejercido de administrador de una sociedad en el paraíso fiscal de la isla británica de Jersey. El PP y el Gobierno enmudecieron de inmediato ante los micrófonos.

El propio presidente, de visita en Cuenca, obvió las preguntas de la prensa sobre la situación del titular de Industria y, móvil en mano, se encerró a telefonear en un despacho del Parador de la ciudad. “Desde el Ejecutivo se le están pidiendo explicaciones”, garantizaban dirigentes del partido. “No sé si habrá algo ilegal, pero pinta mal”, rumoreaban en la formación. Las continuas contradicciones en la versión aportada por Soria para desmarcarse de cualquier paraíso fiscal han resultado “confusas” en el PP. El ministro admite en el comunicado que en su retirada ha pesado “la sucesión de los errores cometidos a lo largo de los últimos días, (…) debidos a la falta de información precisa sobre hechos que ocurrieron hace más de veinte años; sin perjuicio de que ninguna de tales actividades empresariales haya tenido relación ni vínculo de tipo alguno con el ejercicio de tales responsabilidades políticas”.

En el entorno del ministro, sin embargo, ayer se sostenía que las peticiones de dimisión eran “especulaciones” y que su intención era continuar y dar las explicaciones oportunas en la Comisión de Industria convocada con ese objetivo el lunes por la tarde en el Congreso de los Diputados y que, según algunas fuentes gubernamentales, ya no tiene sentido celebrar. En la política de gestos pasadas las diez de la noche, la secretaría de Estado de Comunicación enviaba una “adición” a su agenda diaria: “El ministro de Industria, Energía y Turismo disculpa su asistencia a la reunión del Consejo de Ministros”. Y hoy Soria admite: “La política es una actividad que debe ser en todo momento ejemplar también en la pedagogía y en las explicaciones. Cuando así no ocurre, deben asumirse las responsabilidades correspondientes”.

La vicepresidenta del Gobierno será la encargada de dar cuenta ahora de la renuncia de un miembro del gabinete en la rueda de prensa tras la reunión del Ejecutivo. En el análisis de cómo reaccionar, en el PP ayer se valoraba que Soraya Sáenz de Santamaría no tendría más remedio que responder sobre Soria desde la Moncloa, y el escenario se ha simplificado.

Esta es la quinta salida de un ministro de Rajoy tras las dimisiones de Alberto Ruiz Gallardón, en Justicia, y Ana Mato, en Sanidad, la marcha de Miguel Arias Cañete de Agricultura para encabezar la lista del PP en las elecciones europeas, y la renuncia de José Ignacio Wert de Educación “por razones personales”. En este caso, otro integrante del Gobierno tendrá que asumir sus funciones por la situación excepcional a la espera de que se conforme el próximo Ejecutivo. Fuentes del Gobierno valoran que podría ser alguien “del ramo económico” o la misma vicepresidenta.