Las falsedades de Évole sobre esclavos del franquismo
Juan E. Pflüger.- Dos eran las obras en las que Jordi Évole se centró, en el programa Salvados del pasado 6 de marzo, para intentar afianzar un tópico que a día de hoy no se ha podido demostrar. Usa sendas entrevistas a dos presos que redimieron pena en la construcción del Pantano del Cenajo (Murcia) y el Valle de los Caídos que, curiosamente, prestaron sus servicios en oficinas de las obras y no en la construcción de las mismas. En ambos casos hablan, no por sus vivencias, sino por lo que aseguran que fueron las vivencias de los demás.
De la construcción del Valle de los Caídos ya se ha publicado suficiente, se ha aportado la documentación, que no ha sido rebatida, en la que se contienen los listados de trabajadores asalariados de empresas constructoras y las de aquellos que desde las cárceles optaban por la redención de pena porque sabían que un año de trabajos forzados les ahorraba hasta tres años de condena. Una circunstancia sumada a que la mayoría de las penas fueron conmutadas por otras menores, inhabilita a los historiadores que siguen defendiendo otro de los fraudes de la Memoria Histórica: el de que el desarrollo de infraestructuras durante el franquismo se realizó sobre la explotación de los presos políticos.
Pero en el programa de Évole se centra en la construcción del pantano murciano del Cenajo, al que afirma que se le denominaba como “la tumba”, por la cantidad de fallecimientos durante la construcción. Unas víctimas que según el presentador, eran enterradas bajo el hormigón empleado para la construcción de una infraestructura que se demostró fundamental para llenar de regadíos la huerta de la vega del río Segura.
Tras la emisión del programa son muchos los testigos de aquella construcción que se han apresurado a negar todo cuanto allí se afirma. El testimonio ofrecido por Évole es el de un preso que realizó su redención de trabajo en las oficinas y que en su entrevista repite en varias ocasiones “supongo”, “me imagino”, “debió ser”, pero que no ha podido concretar ninguno de los extremos que la propaganda de la izquierda viene repitiendo en los últimos años.
Frente a las afirmaciones vertidas en el programa han reaccionado varios testigos de la construcción del pantano, que fue proyectado en 1928, pero cuya construcción se abandonó hasta que en 1944 fue licitada la obra. Uno de los trabajadores ha asegurado al diario La Verdad que él trabajó de carpintero durante años en la construcción de la presa y que “yo mismo hacía las cajas de pino para enterrar” a las víctimas que morían en los accidentes de la obra. Del mismo modo, los testigos han asegurado que no hay restos de víctimas sepultadas por el hormigón y que ellos “jamás habrían abandonado a un compañero”.
Los propios trabajadores se sorprende de que se haya dado por buena la versión de las muertes y el abandono de los cuerpos que solamente está recogida en un libro: “Raíces amargas” que fue escrito por el preso José Vicente Ortuño, condenado por intento de homicidio. Otro dato que desmiente una de las acusaciones sobre trabajo esclavo, que según los defensores de la mal llamada Memoría Histórica, estaba reservado a los presos políticos.
En defensa del buen trato de los trabajadores ha salido también Manuel Nicolás que a sus 84 años recuerda como, siendo niño, se trasladó junto a su padre, uno de los directores de la obra, a vivir en la colonia construida para los empleados, en la que también vivían los presos que reducían así sus penas. En total fueron más de 7.700 las personas que se emplearon en la construcción del Cenajo, de ellos solamente 123 fueron presos. Todos ellos vivían en las casas construidas para albergar a las familias. En esa colonia, además de las residencias y los barracones, había escuela, cine, estanco, comercios, hospital, cuartel de la Guardia Civil y capilla.
Para entender cómo se realizaban estas obras hay que estudiar la documentación que posee la Cuenca del Segura, contiene los contratos que se realizaron a 47 de los 123 presos que decidieron, una vez extinguida su condena, solicitar trabajo remunerado a las empresas constructoras. Unas solicitudes que fueron aceptadas por la experiencia de los solicitantes y de los que Évole y sus testigos no cuentan nada.
Entre la misma documentación se encuentran las tablas salariales que recogen que no existió trabajo esclavo ya que los trabajadores no cualificados contratados por las empresas adjudicatarias recibían un jornal que como mínimo era de 17 pesetas, y debían pagar su manutención en la colonia de la obra. Los presos eran mantenidos: comían y dormían en los barracones y no debían pagar nada. Además, a cambio de su trabajo recibían un jornal de 7 pesetas.
Anoche en un programa radiofónico también la tomaron con Franco y la esclavitud a la que fueron sometidos los republicanos en las minas, otra mentira más fuera de contextos de cualquier rigor, se despachaban a gusto en su ignorancia, últimamente la radio es otro disparate intelectual de ocurrentes que lo único que saben de historia es por medio de otro canal de adoración al dinero en la red en descargas. Según estas mentes despejadas si la izquierda no gana las elecciones es por lo siguiente en sus sesudos análisis, la gente de derechas llevan a votar a los enfermos de… Leer más »
Da lo mismo, la mentira con patas. Ahora vienen con ese cuento? Lo que pasa es que hay mucha pasta para robar.
El tal Evole es un intoxicador mediático profesional. Es el Noam Chomsky (conocido intoxicador/desinformador mediático judío al servicio de jewstreet y de los marranos sionistas de la gran manzana) español, y como tal recurre a las técnicas de los intoxicadores profesionales. Aquí les dejo un enlace en el que se habla de algunas de las estrategias de manipulación mediática de baja intensidad, las más recurridas por la cloaca mediática masónica para idiotizar a la gente y crear un rebaño de sumisos bastardos. Los medios de comunicación están totalmente controlados por aquellos que están detrás del declive social, económico y moral… Leer más »
Al menos trabajaban en libertad y no como ahora que asesinos están en las cárceles como reyes en vez de estar trabajando para mejorar los ríos playas y plantación de arboles, la gente se reforma cuando con su trabajo y sudor se gana la comida, quien no fue al Valle los Caídos que baya vera la gran mano de obra de esos prisioneros que trabajaban a cambio de su libertad, espero nunca vuelva a suceder el triste pasado entre españoles.
Un palmero de la discovery canal, un grano repleto de pus amarilla, apesta desde lejos.
Osea… trabajadores forzados+ desnutrición= un embalse perfectamente construido
Mmmmmm… si estaban desnutridos y encima iban allí forzados, como demonios avanzaba la construcción?