María Paz Salas.- “Maduro es oscuridad”, es una de las frases que más se han repetido esta semana en distintos mensajes a través de Twitter y Facebook, pero también en afiches de protesta a lo largo de Venezuela. El descontento social hacia el Presidente Nicolás Maduro se concentra ahora precisamente en la grave crisis energética que está afectando al país.

El hastío comenzó a consolidarse desde el mismo lunes, día en que comenzó el racionamiento eléctrico impuesto por el gobierno para hacer frente a la crisis eléctrica.

El plan del gobierno consiste en cortes de energía de cuatro horas diarias durante un período de 40 días en 19 de los 24 estados venezolanos. Pero en muchos casos, esto no ha sido así. Hay ciudades donde los cortes superan por lejos las cuatro horas sin ningún tipo de aviso previo, lo que ha provocado el enojo ciudadano.

Aunque Caracas quedó fuera del plan de racionamiento, en algunas zonas al oeste de la capital también se han registrado cortes de electricidad.

El embalse del Guri, que alimenta al mayor complejo hidroeléctrico del país, al encargarse de alrededor de un 60% del consumo nacional, se ha visto duramente afectado por la sequía.

La oposición, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), junto con economistas locales han denunciado que ninguna de las medidas que ha adoptado el gobierno son suficientes y que el problema lo arrastra el chavismo desde hace años, por el deterioro de las viejas instalaciones eléctricas.

En la ciudad de Maracaibo, la capital del estado de Zulia y la que es considerada la segunda más importante del país, las cosas han estado especialmente tensas. Las protestas sociales estallaron el lunes. Según sus residentes, en algunas zonas los cortes de luz superaron las 16 horas.

Por eso es que el miércoles más de mil efectivos militares y policiales fueron enviados para enfrentar a los manifestantes que enfurecidos por el racionamiento eléctrico, organizaron barricadas. Pero la tensión va en aumento, porque en la noche se han registrado una serie de saqueos e incendios de semáforos e instalaciones públicas.

La situación se estabilizó el miércoles luego que las autoridades suspendieran los cortes de luz entre las 20.00 y las cuatro de la madrugada, lo que logró, según describió la alcaldesa Eveling Trejo, “bajar un poquito la presión”.

De acuerdo a la consultora Capital Economics, la crisis eléctrica “podría reducir en 1,5 puntos el PIB este año, empujando la contracción económica hasta 9,5% o 10%”.

“A Maduro le está estallando el país”, aseguró el secretario general de la MUD, Jesús Torrealba, refiriéndose a las protestas en Maracaibo y La Guaira. Según una encuesta de Venebarómetro el 84,1% cree que la situación del país es negativa.

El gobierno de Nicolás Maduro ha tomado distintas medidas para enfrentar la crisis eléctrica. Esta semana declaró los miércoles y jueves no laborables para el sector público, dejando una jornada laboral de sólo dos días para este sector. A mediados de abril, el gobierno ya había decretado los viernes no laborales por dos meses. También se suspendieron las clases los viernes en los colegios.

Desde febrero, el gobierno impuso a los centros comerciales racionar la energía y también cambió el huso horario del país, adelantando 30 minutos la hora, para bajar el consumo eléctrico.

A la crisis eléctrica se suma también la escasez de alimentos, que en algunos estados alcanza hasta el 70%. Mientras el desplome energético deja en evidencia los problemas económicos y sociales del gobierno, la oposición está corriendo una carrera contra el tiempo para intentar completar el proceso que le permita realizar un referendo revocatorio antes que se acabe este año.

El miércoles comenzó la recolección de firmas en una primera instancia, para avanzar en los trámites del proceso. La oposición aseguró ayer que según sus registros ya lograron 600.000 firmas en la primera jornada. Sólo son necesarias 195.721.

Si la oposición logra llevar a cabo el revocatorio, el escenario para Maduro no se ve positivo. Según el Venebarómetro un 60,3% de los venezolanos votaría para que Maduro salga de la Presidencia de manera anticipada.