El Banco de Acción Solidaria en Valencia ha lamentado hoy que dejará de atender a cerca de 6.000 personas al mes tras su cierre previsto para finales de junio, después de que el Ayuntamiento haya suspendido el convenio con la entidad, que tendrá que abandonar los locales municipales que ocupan.

Fuentes del Ayuntamiento de Valencia han explicado que el 87 % de los 85.000 euros de subvención que destinaban a esta entidad anualmente iba destinado al pago de nóminas, facturas de teléfono y luz y reformas en el local y “nada a alimentos”, y que quieren que todos los recursos “se destinen a ayudas directas” a las personas.

“Ha llegado el momento en el que empieza a desmoronarse el engranaje que, día a día, forma parte de nuestra actividad”, ha lamentado el fundador del Banco Solidario, Jaime Serra, en un comunicado.

Según ha apuntado, “no disponer de local ni financiación nos obliga, con mucha impotencia y tristeza, a perder la oportunidad de recibir” la ayuda del Fondo Europeo de Ayuda al Desfavorecido (FEAD), cuyo plazo acaba este domingo.

El Banco Solidario de Alimentos distribuyó durante el año pasado 592.000 kilos de alimentos de primera necesidad, valorados en unos 634.000 euros, según las mismas fuentes.

Por su parte, fuentes municipales han confirmado que se les ha remitido una carta en la que les informan de que el 30 de junio se personará en el local personal del Ayuntamiento para recibir la obra y todo tiene que estar “en condiciones, incluidas las mejoras hechas con subvenciones públicas”.

Han indicado que detrás de esta decisión hay un “cambio de filosofía” para pasar de la caridad, “legítima y necesaria”, a “ayudas concretas”.

“Ir al Banco de Alimentos supone estar en la cola de la vergüenza y que ten dan una caja cerrada que te puede gustar más o menos” pero ahora el Ayuntamiento, a través de sus once centros de servicios sociales, “elimina las colas y les ingresa una cantidad que les da poder de decisión sobre en qué lo gastan”, además de ofrecerles una ayuda integral.

Han explicado que hay otras entidades con iniciativas parecidas pero “solo el Banco Solidario tenía subvención”, lo que suponía “un trato discriminatorio para el resto” y que “el dinero de todos los valencianos se tiene que invertir en alimentos y en atención integral a las personas que lo necesitan y no en otros menesteres”.

El Ayuntamiento ha indicado que el Banco Solidario puede seguir haciendo su labor como el resto de organizaciones, que se les atenderá y que se les facilitarán todos los procesos que soliciten.