AG.- La revista satírica ‘El Jueves’ publicó una polémica portada en la que se acusaba a la derecha identitaria, tras sus históricos resultados en Austria, de neonazis. Un día después, su directora fue agredida por un encapuchado.

No es la primera vez ni será la última. España se ha convertido en ese país donde una agresión tiene diferente grado dependiendo del color político del que la sufre. La portada de la revista satírica ‘El Jueves’ ha causado gran estupor al referirse a la derecha identitaria, que está obteniendo resultados históricos en todo Europa, como una “plaga de neonazis” y un descerebrado ha decidido tomarse la justicia por su mano y agredir a la director del semanario, Mayte Quílez.

Quílez recibió a las puertas de su casa un puñetazo en la cara por parte de un hombre encapuchado. Tras la agresión, el hombre huyo y no pudo ser identificado. Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación al respecto y las principales terminales mediáticas de la izquierda ya han puesto el grito en el suelo ante tan lamentable episodio.

Sin embargo, hay algo que choca a cualquier lector ávido y es el diferente trato de según qué periodistas dependiendo quién reciba el puñetazo. En diciembre, una semana antes de las elecciones generales del 20D, Mariano Rajoy fue agredido por un joven durante un paseo por su ciudad natal, Pontevedra. La mayor parte de los medios de comunicación condenaron los hechos, pero desde ‘El Jueves’ o la revista ‘Mongolia’, editada por un condenado por colaboración con banda armada, no tuvieron reparos en reírse del tremendo puñetazo al presidente.

El semanario de Gonzalo Boyé publicó este miércoles un mensaje de apoyo a Mayte Quílez a través de las redes sociales, un tuit muy diferente al del día de la agresión a Rajoy, que obtuvo el rechazo de gran parte de los internautas.

Ortega Lara y la esvástica

El febrero de 2014, ‘El Jueves’ dedicaba su portada a VOX, el partido que días antes acababan de fundar Santiago Abascal y Ortega Lara. La revista satírica no tuvo reparos en caricaturizar a los miembros del partido como nazis sosteniendo las letras que conforman su nombre, “VOX” en donde han convertido la ‘X’ en una esvástica nazi. En el centro del dibujo, la caricatura de José Antonio Ortega Lara.

El exfuncionario de prisiones, que estuvo enterrado vivo por ETA durante 532 días, aparecía junto al símbolo nazi y la leyenda: “Si creéis que el PP es extrema izquierda ¿¿qué tenéis pensado hacer vosotros, hijos de puta??”.