A los que vienen otra vez a pedirnos el voto
Cuentan que en la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos.
Un día, un conocido se encontró con el gran filósofo, y le dijo:
– ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
– Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.
– ¿Triple filtro? , preguntó el otro.
– Correcto, continúo Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la verdad, ¿estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
– No, dijo el hombre.
– Bien, dijo Sócrates, entonces realmente no sabes si es cierto ó no. Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
– No, todo lo contrario.
– Entonces, deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro que sea cierto. Pero, aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el filtro de la utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
– No, la verdad que no.
– Bien, concluyó Sócrates. Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil, ¿para qué querría yo saberlo?”.
Pues bien, sirva este relato como lección magistral para todos aquellos que vuelven de nuevo a pedirnos el voto con las mil y una promesas. Permítanme por lo tanto que sea yo, como sufrido contribuyente, el que les exponga a los candidatos, no solo los tres filtros de los que hablaba Sócrates, sino el examen que todos ellos deberían pasar, antes de proclamar a través de los medios informativos -puestos exclusivamente a su servicio-, las promesas con las que intentan convencer una vez más, a los que somos votantes por un día y contribuyentes de por vida.
Antes de escuchar lo que piensan hacer si alcanzan la poltrona, quisiera plantear a los candidatos a las próximas elecciones, las preguntas que considero vitales para saber, si debo abstenerme o no, en las próximas elecciones. A saber:
¿Está usted dispuesto a extirpar de raíz los diecisiete gobiernos autónomos o tumores malignos que están devorando a España económicamente, y destruyéndola como nación?
¿Se compromete usted a terminar con el número descomunal de asesores “enchufados” para suplir la inoperancia e incompetencia de los cargos políticos, cuando ese trabajo lo pueden realizar funcionarios de carrera y ahorrar al erario público miles de millones de euros?
¿Está usted dispuesto a terminar con la subvenciones a los partidos políticos, a los sindicatos y a las asociaciones empresariales, así como la eliminación de las pagas vitalicias de los ex presidentes de gobierno, de los gobiernos autonómicos y de las cámaras?
¿Se compromete a rectificar y establecer un sueldo mínimo interprofesional para los trabajadores españoles, similar al de países como Francia, Alemania o Reino Unido?
¿Está dispuesto usted a cambiar el sistema electoral de listas cerradas por las que actualmente se vota a aquellos que el partido propone, y no a la persona conocida y digna de nuestra confianza?
¿Se compromete usted a terminar con la democrática vergüenza nacional; que son los años de cotización (de 7 a 11) de “los elegidos” para alcanzar una pensión máxima, mientras los trabajadores están obligados a cotizar al Régimen de la Seguridad Social media vida, para alcanzar una mísera pensión?
¿Está dispuesto usted a modificar la tabla de retribuciones de los políticos, para que cada uno devengue con arreglo a su profesión o formación, tomando como referencia lo recogido en el convenio laboral del ramo?
¿Se compromete a establecer por ley, que los políticos durante el tiempo que ejerzan como servidores públicos estén obligados a establecer su domicilio allá donde sean destinados como otro funcionario público?
¿Está dispuesto usted a acabar con las largas vacaciones pagadas de las que disfrutan los cargos políticos, y que a lo mejor para usted es muy democrático, pero para los contribuyentes es un insulto a la inteligencia?
¿Se compromete a terminar con la flota de vehículos oficiales para los cargos políticos, mientras a los ciudadanos se les invita a que dejen el coche estacionado y utilicen el transporte público?
¿Está usted dispuesto a garantizar los derechos de los españoles, por encima de cualquier extranjero que entre ilegalmente en España?
¿Se compromete a centralizar de una vez por todas, la justicia, la enseñanza y la sanidad públicas?
¿Está dispuesto usted si alcanza la poltrona, a terminar con las puertas giratorias y sueldos millonarios en las grandes multinacionales de los “elegidos” tras su paso por la política, y la compatibilidad del cargo político con el desempeño de otro trabajo remunerado, que para mayor escarnio suele ser en empresas que buscan el favor personal del pluriempleado?
Y por último, dígame, ¿se compromete usted a limpiar la Justicia y hacer de ella una institución independiente donde los jueces elijan al CGPJ; terminar de una vez por todas con los aforamientos; acabar con las tasas judiciales; y terminar con las fianzas con el fin de eludir la cárcel, para que la Justicia sea igual para todos?
En resumen, si la arenga que viene a soltarme para pedir mi voto, no responde afirmativamente y de manera categórica a todos y cada una de las preguntas que considero vitales para curar la patología que sufre nuestra Patria y por tanto salvar a los españoles, ¿para que necesito escuchar su mensaje?
El problema radica en que esta gentuza sabe muy bien la clase de “sociedad” que hay ya que la “han hecho” ellos. Saben muy bien que no hay individuos o ciudadanos sino tele-espectadores, televidentes y cantidades industriales de encefalogramas planos con los que consiguen lo que quieran. Es triste pero es la realidad, por desgracia.
Y para terminar solo quiero dejar encima de la mesa lo que siempre he pensado de las elecciones. Que son una gran mentira. Cuánto daría por saber qué hay de verdad en esos recuentos que se hacen.
¡Magnífico artículo; no se puede decir tanto en tan poco espacio; ni tocar tantos temas de verdadero interés ciudadano y de los que, estoy por asegurar prácticamente, que ningún político en liza estaría dispuesto a asumir cómo propios, si ganase las próxima elecciones!. Lo que corrobora el hecho de que la clase política, cada día se aleja más, de los problemas e intereses del ciudadano, sin llegar a pensar que esa postura es perjudicial para la vida política, los políticos y la democracia.
A los que vienen otra vez a pedirnos el voto(PP, PSOE, IU, PODEMOS, Ciudadanos y demás casta y neocasta), lo que hay que hacer es darles con la puerta en las narices votando a partidos realmente antisistema de tipo patriota y si no es posible,votar a Escaños en blanco o la abstención.
Señor Román, Acaba Vd. de describir todas y cada una de las razones por las que no legitimaré con mi voto a nadie de esta pandilla de mercenarios. Y añadiré una razón mas, y definitiva: ¿hay entre ellos alguien que responda del cumplimiento de lo anterior, comprometiendo sus bienes presentes y futuros ante notario?
José Luis Román, un español con sentido común, muy buen verbo, inteligencia y valentía para decir lo que pocos se atreven a decir. El artículo es puro sentido común, por eso será ignorado en España, el país del sinsentido continuo. Y el día 26 corran todos a votar, que a muchos es lo que les gusta, sentirse funcionarios una vez cada cuatro años.
Pues se sentirán funcionarios, pero lo que realmente ejercen es de putas que además ponen la cama.
Gran artículo y articulista. No tengo palabras. Con este mensaje se ganaróia cualquier debate y más en la telebasura. Que lástima que los españoles no tengan dereho a conocer la verdad.
Puesto que ningún partido con opciones de representación va a responder postivamente a una tan solo de estas vitales cuestiones… me perdonarán pero yo ¡¡¡ NO VOTO !!!
Ya sabes, SI VOTAS, NO TE QUEJES !!!
Genial el artículo pero me temo que lo que tiene en la cabeza cualquiera de los politicos que se disputan la “poltrona del enchufe” es completamente ajeno a todo lo que vd ha expuesto. Desde luego sus deseos son los mios. Eso estoy más seguro como que todavía respiro.