Rey Theoden, portavoz de Lengua de Serpiente, genial metáfora de Tolkien mal aplicada a la Iglesia
Iudicamedomine/Especial para AD.- En el artículo “Protegerse de la realidad”, Christopher Fleming utiliza el símil de una genial imagen del Señor de los Anillos de Tolkien a la situación de la Iglesia. En sus propias palabras:
“El Reino de Rohan está amenazado por hordas invasores de orcos, mientras su anciano rey Theoden se encuentra bajo un hechizo del mago malvado, Saruman. Saruman ha enviado a la corte de Rohan a su criado, Lengua de Serpiente, para manipular al rey Theoden. Con el poder del hechizo, éste sólo da las órdenes que le dicta Lengua de Serpiente. Los guerreros que siguen fieles al rey, pero no están dispuestos a acatar órdenes perversos, liderados por el valiente Eomer, son desterrados del reino. Siguen luchando contra los orcos como siempre, pero sin el apoyo oficial del rey”.
“El que quiera hacer comparaciones entre este capítulo de la obra de Tolkien y la situación actual de la Iglesia y sacar las correspondientes lecciones, no lo tiene difícil. A mí se me ocurren al menos tres lecciones. Primero, la infiltración de un solo enemigo bien posicionado hace más daño que ejércitos enteros”.
Pues bien, es evidente a quién se refiere Christopher: a Francisco, al que llama “Papa”. Es decir, siguiendo el estilo y la argumentación habitual del pensamiento lefebvrista, o mejor de la FSSPX, da el título de “Vicario del diablo” al Vicario de Cristo.
Porque eso es, estimado Christopher, lo que usted y su escuela están diciendo. Usted coloca la imagen de Francisco gozándose de la gente va cayendo al Infierno (una imagen tomada de algunas de ese estilo que pululan por la red: Francisco el Anticristo, el Falso Profeta, etc.); Theoden es el rey aquí, y como esta metáfora la aplica a la Iglesia, y usted mismo afirma: “El que quiera hacer comparaciones entre este capítulo de la obra de Tolkien y la situación actual de la Iglesia y sacar las correspondientes lecciones, no lo tiene difícil… la infiltración de un solo enemigo bien posicionado hace más daño que ejércitos enteros.”, se deduce quién ese enemigo bien posicionado: es el actual ocupante de la Silla de Pedro, al que usted llama al mismo tiempo “Lengua de Serpiente”, o sea, el Vicario del diablo y el Vicario de Cristo.
Christopher, eso es una blasfemia. El Vicario de Cristo por definición no es ni puede ser el Vicario del demonio. O una persona es una cosa, o es lo otra.
Paradójicamente, aunque usted simpatiza con los sectores muy dados al antisedevacantismo, su metáfora se parece más a la postura – aunque de ellos tampoco -, de aquellos sedevacantistas que mantienen la tesis Cassiciacum, es decir, basada en la distinción de conceptos materialiter – formaliter (uno es papa materialmente, al ser elegido en un cónclave, pero no formalmente, ya que no enseña o tiene la fe católica; en el momento que rechace sus errores, sería un papa válido).
Eso es lo que podría parecer que quiere decir aquel “exorcismo” que le hace Gandalf al liberar a Theoden de la posesión por Saruman.
El problema es que esa metáfora puede tener aplicación a cualquier autoridad en la Iglesia… excepto en el caso del papa. Porque una vez que ha se trata de un portavoz de Lengua de Serpiente, pierde toda jurisdicción y gracia, si es que podría darse ese caso siquiera.
Lo más probable es que en estos casos, es decir en los que un ocupante del Trono de Pedro proclama sentencias notoriamente contrarias a la fe, se pueda aplicar la lógica de la Bula de Pablo IV, Cum ex Apostolatus Officio, o sea: aquí no hubo papa nunca, ya que antes no había materia para que lo haya.
Por lo tanto, aquí no hubo jamás ningún Theoden, y de ello sigue que la comparación no sirve.
Otros escritores católicos han optado por otra estrategia, realmente por toda suerte de ingeniería doctrinal sería mejor llamarlo.
Pero ingeniería que no funciona. Echemos un vistazo a esos intentos, que son más bien pocos y es fácil analizarlos.
La opción del interruptor de infalibilidad. Como evidentemente clama al cielo que el Capítulo VIII de Amoris Letal no hay por dónde cogerlo ni como salvarlo… ¡se procede a decir que no es Magisterio propiamente!
Queridísimos: ¡alguien ha apretado el botón del mando a distancia de TV justo cuando aparecía el Capítulo VIII! ¿Cuál es la incongruencia de este planteamiento? Porque el botón lo aprieta el que mira la tele, y no el que está hablando en ella. ¿Pero no debería decirlo inequívocamente el que está visionado? En efecto, es él, y únicamente él el que puede y tiene derecho y obligación de aclarar qué es lo vinculante en sus palabras.
Y, si las palabras que está pronunciando necesitan una aclaración, es solamente la suya la válida. Porque si no, el que tiene el mando es el actor, y no el espectador, lo cual no tiene sentido.
La opción de charla amigable.
Es decir, una exhortación apostólica como AL, ¡no es propiamente magisterio! Y otra vez: ¿y quién lo dice? No seguramente Francisco, sino los autonombrados auténticos intérpretes de la mente y enseñanza de Francisco.
Pero Francisco dixit: “He escrito una encíclica, la exhortación apostólica Evangelio Gaudium, continuamente estoy haciendo declaraciones, dando homilías y eso es magisterio. Eso que está ahí es lo que yo pienso, no lo que los medios dicen que yo pienso”. (Entrevista a La Nación, 07/12/14, reproducido en la Cope).
Y no ofrece ninguna aclaración más, ni quita ninguna supuesta “ambigüedad”, ni nada. Los que lo interpretan, a partir de sus textos, de forma contraria a la doctrina de la Iglesia, siguen con sus prácticas y no les pasa nada… ¿Verdad que no?
Y la última opción: todo lo que diga Francisco hay que interpretar en continuidad con el Magisterio de siempre.
Esto equivale a decir que diga lo que diga, da igual: lo interpretaremos – no sé cómo algunos consiguen superar la sensación de sinsentido al hablar en estos términos – en sintonía con el Magisterio de siempre. O sea: ¡pasemos de estos textos como de la nieve del año pasado!
Pero señores, no sé si se les ha ocurrido pensar por un momento en ello, de esta forma consienten y dan su aprobación tácitamente a cualquier disparate que se diga. En el fondo, es lo que estáis haciendo.
Y por otra parte, asomaos por un momento en la sala de conferencias de Religión Digital – muy significativa entre los que se llaman católicos en España: os quedaréis sordos del estruendo de las palmas con las orejas que se dan en esa sala. ¡Ellos sí entiende cuál es el magisterio de Francisco! ¡Y celebran que lo puedan llevar a la práctica!
Así es mi querido Christopher, en una única cosa estamos de acuerdo: como Eomer, no debemos obedecer jamás una falsa doctrina.
Pero te recuerdo: porque esta sale de la Voz de Lengua de Serpiente.
Y de ninguna otra Voz.
Artículo muy confuso