Crece la presión internacional y de la oposición venezolana contra Maduro
Maria Isabel Sánchez.- La oposición venezolana exigió este miércoles a las autoridades electorales acelerar un referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro, en un momento en que la OEA aumenta su presión para que la comunidad internacional se ocupe de la grave crisis en el país petrolero.
Siete diputados de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) -mayoritaria en el Parlamento- entregaron en el Consejo Nacional Electoral (CNE), al que acusan de aliado del chavismo, un documento para exigirle que fije las normas y fechas de los pasos para convocar al referendo.
“Exigimos a las autoridades electorales que se pongan a tono con la historia, con el sufrimiento del pueblo y liberen las barreras que impiden que el referendo sea este año”, dijo el vicepresidente parlamentario, Enrique Márquez, quien encabezó la comisión legislativa.
Paralelamente, miles de jóvenes socialistas manifestaban en las afueras del Palacio de Miraflores, sede de la presidencia, contra la decisión del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de convocar a una sesión urgente para debatir el caso de Venezuela.
“Almagro que no se meta en los problemas de Venezuela, ocúpese de su vida que aquí el pueblo venezolano resuelve su situación”, dijo Emilio Segovia, uno de los manifestantes.
Maduro llamó el martes a una “rebelión nacional” pues sostiene que la acción de la OEA, solicitada por la oposición venezolana, busca abrir camino a una intervención de Estados Unidos.
A la vez, anunció que demandará judicialmente a la directiva del Parlamento por “usurpación de funciones” y “traición a la patria”.
“Eso no nos preocupa. La OEA está discutiendo el caso de Venezuela y eso es satisfactorio. Hay pronunciamientos en el mundo a favor de un proceso de transición pacífica, que incluye el referendo”, afirmó Márquez.
Para la oposición, el tiempo apremia. Si el referendo se hace antes de 2017 -cuando se cumplen cuatro años del mandato-, y Maduro lo pierde, se debe llamar a elecciones. Si ocurre el próximo año, sería sustituido por el vicepresidente, nombrado por el gobernante.
Pero el proceso es engorroso. El jueves apenas concluye la revisión de 1,8 millones de firmas que le entregó la oposición hace un mes para activar el referendo. Luego deberán ser validadas con huella dactilar y recoger otras cuatro millones de rúbricas para convocar la consulta.
Según la encuestadora Datanálisis, 70% de los venezolanos apoya un cambio de gobierno. Para revocar el mandato de Maduro, se necesita más de los 7,5 millones de sufragios con que fue elegido en abril de 2013.
A la presión internacional y de la oposición se suma el malestar popular ante el agravamiento de la escasez de alimentos y medicinas, y el costo de la vida. El país petrolero tiene la inflación más alta del mundo (180,9% en 2015 y proyectada por el FMI en 700% para 2016).
“El pueblo venezolano no se calará (aguantará) que se manosee el revocatorio y se atrase para el interés del gobierno (…) porque es la única válvula de escape que tiene”, subrayó Márquez.
La OEA no es la solución mágica
Invocando la Carta Democrática, Almagro argumentó la crisis económica, social, política e institucional que sufre Venezuela. Chile, Argentina, Colombia y Uruguay manifestaron su apoyo al referendo, para ayudar a superar la situación.
Pero los expertos están cautelosos. “La OEA no va a producir soluciones mágicas para Venezuela”, opinó el abogado constitucionalista Carlos Ayala Corao, quien tampoco descartó que varios países se lancen contra Almagro.
“La implementación de la Carta no es la solución inmediata a todos nuestros males. En especial, pues al final, luego de un camino más o menos largo, la peor situación para Venezuela sería su suspensión de la OEA”, estimó el constitucionalista José Ignacio Hernández.