Messi, juzgado por presunto fraude fiscal: “Yo me dedicaba a jugar al fútbol, confiaba en mi papá”
Lionel Messi declaró esta mañana ante la Audiencia de Barcelona, donde desde el martes está siendo juzgado por presunto fraude fiscal a la Hacienda española, en medio de una tremenda expectativa y con una enorme cobertura mediática. “Yo me dedicaba a jugar al fútbol, confiaba en mi papá y en mis abogados y no tenía ni idea de nada”, afirmó el futbolista.
Unos 250 periodistas de todo el mundo aguardaron al crack del Barcelona, que hoy, en el tercer día de vista oral, declaró ante el juez, acusado de haber evadido al fisco español 4,1 millones de euros (unos 4,5 millones de dólares) entre 2007 y 2009.
Messi llegó al juzgado de la capital catalana acompañado de su padre, Jorge, acusado también como responsable de las finanzas de La Pulga, y de algunos de sus colaboradores más estrechos en Barcelona y Argentina.
Antes de entrar en la sala para sentarse en el banquillo de los acusados, el cinco veces Balón de Oro también pudo escuchar cómo uno de los presentes en la puerta del tribunal le gritaba: “¡Andá a jugar a Panamá!”. “Devolvé la plata”, añadió otro desconocido.
El primero que declaró fue Jorge Messi, que se defendió de las acusaciones de evasión fiscal. “Yo de esto sé chino básico. No entiendo nada de estas cosas. Como él juega al fútbol, yo siempre intenté facilitarle la vida y, desde su crecimiento, necesitábamos alguien que nos guiase en los fiscal y legal”, señaló el padre del crack para explicar la creación de la primera empresa que formaron para gestionar los derechos de imagen del rosarino.
“Lo que yo le dije a Leo es que era una empresa que iba a pertenecer a él y que iba a tener sus derechos de imagen y punto”, aseveró Jorge Messi para ilustrar que su hijo nunca supo cómo se llevaba la gestión de su patrimonio. “No le expliqué que no iba a tributar en España porque yo tampoco lo sabía”, aclaró.
Luego, fue el turno de La Pulga. “Yo me dedicaba a jugar al fútbol, confiaba en mi papá y en mis abogados y no tenía ni idea de nada. Yo firmaba los contratos porque confío en mi papá y en ningún momento se me pasó por la cabeza que me fuera a engañar”, afirmó el futbolista de Barcelona.
Fueron 15 minutos de muchas preguntas yrespuestas cortas. Cuando le preguntaron su había tenido conversaciones con los abogados, Messi dijo: “No, nunca”. Y agregó: “Sabía que firmábamos acuerdos con diferentes patrocinadores que daban ‘x’ cantidad de dinero, que yo tenía que hacer anuncios, fotos o cosas de esas. Pero el dinero por dónde iba no tengo idea”.
Más tarde, Enrique Bacigalupo, abogado defensor de Messi, afirmó que el futbolista “estuvo tranquilo” y respondió de forma convincente. “Creo que todo fue muy bien. Leo estuvo tranquilo, respondió sin problemas, no estaba nervioso y dijo lo que tenía que decir. Creo que el tema está más o menos definido”.
Messi ya pagó a la Hacienda española todo el montante que supuestamente defraudó entre 2007 y 2009, además de unos 10 millones de euros más para regularizar sus declaraciones de renta de años posteriores. Pese a ello, Leo y su padre enfrentan una posible pena de 22 meses y 15 días de cárcel, que no le obligaría a entrar en prisión al no superar los dos años de condena y no tener antecedentes penales.
Vestido con traje negro, camisa blanca y corbata, con semblante serio y barba de cuatro días, Messi subió las escaleras de la Audiencia sin síntomas visibles del golpe que sufrió la semana pasada en su último amistoso con la Selección argentina.
Las testigos que declararon en las dos sesiones anteriores del juicio contra los Messi coincidieron en eximir al futbolista de culpa al señalar que el astro azulgrana no estaba al corriente de cómo se gestionaban ni los ingresos por sus derechos de imagen ni su patrimonio y que era su padre quien llevaba todo el control.
Lo que más “gracia” me hace de todo esto es que aquí todos se vuelven gilipollas. Políticos, banqueros, directores generales, … todos tontos. Nunca nadie sabe nada, nadie se entera de nada y nadie conoce nada. Vamos, todos tontos. Es increíble. Y lo peor es que vale.