Las claves para entender la crisis de Venezuela
La crisis que atraviesa Venezuela escapa de la comprensión de quienes la ven desde lejos. La polarización política, la crisis económica, la escasez de medicinas y productos básicos, las largas colas para la compra de alimentos, la caída de los precios del petróleo, los prolongados racionamientos del servicio eléctrico, la ausencia absoluta del Estado de Derecho, la inseguridad, los hechos de corrupción y un largo etcétera, han desembocado en una serie de protestas que se repiten a diario – cada vez con más fuerza – y que amenazan con la posibilidad de un estallido social en un país que, curiosamente, posee las mayores reservas petroleras del planeta.
Toda esta situación ha puesto a Venezuela en el ojo mediático internacional. La propuesta del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien, en un informe de 132 páginas, solicitó la activación de la Carta Democrática contra Venezuela, así como el reciente informe de Amnistía Internacional, que alerta sobre el riesgo de crisis catástrofica que atraviesa el país sudamericano y los constantes pronunciamientos de organizaciones no gubernamentales como Human Right Watch, responden a la necesidad de evitar un desenlace violento que perjudicaría tanto a los venezolanos como al resto de los países de la región.
Mientras las carencias se acrecientan en simultáneo, la única válvula de escape que tienen los venezolanos es la Vinotinto . Y es que cuando juega la Selección, las diferencias políticas quedan en un segundo plano, al menos durante los 90 minutos que dura el partido. La Vinotinto, que pasó de ser la Cenicienta de Sudamérica a un legítimo aspirante a la gloria en las Eliminatorias de la Conmebol, es el ejemplo del país con el que sueñan los venezolanos, es la demostración de que, con trabajo, esfuerzo y sacrificio, todo es posible; incluso que dos venezolanos derriben el muro de la política y se abracen con cada gol de los suyos.
Venezuela atraviesa la peor crisis económica de toda su historia. Y esto, entre otras razones, se debe a la ausencia de una economía de libre mercado, pues los controles, cada vez más severos, terminaron por estrangular a la empresa privada y crear una serie de distorsiones pulverizaron el poder adquisitivo del venezolano. Así lo reflejan las estadísticas: Venezuela presenta una inflación anualizada del 397% , la más alta del planeta. Mientras el salario sube por la escalera, la inflación va por el ascensor….
Como consecuencia del punto anterior, la escasez de alimentos forma parte del día a día del venezolano. Lejos de aprovechar el boom petrolero, el gobierno, durante la última década, decidió eliminar la capacidad de producción propia e importar todo lo que consumen los venezolanos. De esta manera, al verse reducidos los ingresos de la renta petrolera por la caída de los precios del crudo, también se vieron reducidas las importaciones. Y, ante la ausencia de divisas, las pocas empresas nacionales se quedaron sin la posibilidad de importar la materia prima necesaria para la producción de los bienes y servicios.
En ese sentido, conseguir alimentos en Venezuela es tan complicado como lograr el boleto a la Copa del Mundo. La venta de los productos básicos es regulada, lo que abre un mercado negro en el que el valor de cada uno es calculado al precio del dólar paralelo, que es muy superior a la tasa oficial. Por eso, al no poder pagar un costo tan elevado por productos de primera necesidad, los venezolanos se ven obligados a hacer largas filas en los supermercados, donde a veces incluso son marcados con números para ordenar la entrada a estos establecimientos.
Sin duda, la calidad de vida de los venezolanos se ha reducido considerablemente a raíz de los racionamientos eléctricos. Los niveles críticos de los embalses más importantes del país, además de la inactividad de las centrales termoelécticas, obligaron al gobierno venezolano a suspender el servicio de electricidad durante cuatro horas diarias, lo que sin duda no sólo significó un duro golpe para los ciudadanos, sino también para la empresa privada que registró pérdidas incalculables, lo que indudablemente tuvo un impacto tremendo en la economía del país sudamericano, completamente paralizado y a oscuras..
La escasez de medicamentos en Venezuela es una pesadilla visible en farmacias y hospitales. De hecho, el Parlamento declaró una “crisis humanitaria de salud” que, entre otras cosas, se manifiesta en la falta de disponibilidad de 872 fármacos esenciales. La Federación Farmacéutica de Venezuela respalda la iniciativa de la Asamblea Nacional debido al desabastecimiento de medicinas, que estima en un 80 por ciento. Todo esto llevó a varias organizaciones inernacionales a ofrecer la ayuda humanitaria al país sudamericano; sin embargo, todavía no han obtenido respuesta por parte del Ejecutivo.
El conflicto de poderes agrava aún más el complicado panorama venezolano. Tras las elecciones del pasado 6 de diciembre, fecha en la que 7.8 millones de ciudadanos votaron por un cambio en el Parlamento de Venezuela, la solución en el marco de la constitución cada vez luce más borrosa. Y es que desde el Poder Judicial, concretamente desde la Sala Constitucional, se han emitido una serie de sentencias contra el Poder Legislativo, que, dentro de sus facultades constitucionales, buscó la liberación de los presos políticos a través de una amnistía, así como la posibilidad de acortar el período presidencial a través de una enmienda. Todas quedaron sin efecto.
Actualmente, se encuentra en marcha el proceso para un Referéndum Revocatorio, el cual es posible, según el artículo 72 de la Constitución de Venezuela, cuando se cumple la mitad del período del Poder Ejecutivo, el cual comenzó el 10 de enero de 2013. Tras recolectar 2.6 millones de firmas para la primera fase, la oposición venezolana ha tenido que sortear una serie de obstáculos del Poder Electoral para pasar a la segunda fase, que es la recolección del 20%, previa a la elección definitiva donde se necesitan 7.5 millones para revocar el mandato presidencial. Bajo este clima se vive en Venezuela…
El comunismo es un cáncer para Venezuela…
Ojalá Venezuela se liberé de ese régimen comunista de maduro aunque lo veo muy difícil, porque si maduró renuncia le va a entregar el mandato a otro comunista como lo hizo Hizo Chávez el mismo Chavez dijo que si el moría le dejaba el mandato a maduro si maduro renuncia le va dar el mandato a otro comunista y si eso se da el comunismo nunca terminaria porque este régimen comunista controla los medios de comunicación prensa es una dictadura el comunismo donde no ha libertad…
Fidel castro aconsejaba comer flores durante el llamado Período especial. Los de Podemos, esnifar pegamento.
La República Populista Demagógica de la isla de Puerto Rico, Vieques, Culebra, Mona, Monito y cayos adyacentes, va por el mismo camino de crisis humanitaria autoinfligida.