Estaba cantado
La lenidad, ya lo dije, lo único que trae, es nuevas acometidas, nuevas actitudes cada vez más graves y frecuentes. Solo era cuestión de tiempo. El que no entienda esto, mejor estaría en la vendimia, capacho al hombro, que exhibiendo su trasero pateado, y la institución que preside profanada, y escarnecida, sea religiosa, administrativa, o judicial. Algo huele a podrido en Dinamarca, baby.
En un regimiento, a su frente, hay un coronel, con un par, no una hermanita de los pobres. Así no se da el caso de que te pasen la pluma por la nariz, una y otra vez, y te quedes mirando la pluma, como les pasa a las gallinas, y las gallinas terminan en la cazuela. No hay que ser muy listo para entenderlo. Ahí está la historia.
Que el Papa no las deje comerse las almejas –machas o no- las navajas, o las chirlas, que de todo hay en la viña de los deñores, es cosa de gustos, y ya se sabe que no hay nada escrito al respecto, y que los rosarios sean menos, o más, que las bolas chinas, es cuestión de que los chinos se pongan a la tarea de Santo Domingo de Guzman; y luego, eso de que los saquen, o los dejen al calor de sus ovarios, no se qué decir, ¿qué hace un rosario en esos sitios, a deshora? Ahora, que “al Vaticano se le combata con el poder clitoriano”, no me toca a mi entrar en ello, sobre todo si ese día hay un Borgia en la recepción. Es una cosa muy interna, eso de las vísceras, el endometrio, el cheecheewee, y la vagina. Doctores tiene la santa madre iglesia, o los tenía hace algún tiempo. Yo diría que si. Otra cosa es que están en segunda, o que los mantengan allí.
Lo que sí veo claro, y está muy asumido históricamente, es que en el 36 los que ardieron, ya lo tengo dicho, fueron este tipo de gentecillas, y bien que lo hicieron, que aun están calientes, y van por terceras y cuartas generaciones, y siguen, al rescoldo, sin enterarse de la lección, y sin acertar.
La lección, y moraleja, es extensible a los guardianes de las ovejas, y de la ley, que, blanditos, se creen eso de que “no recuerdan la literalidad de lo que allí se dijo” y que “el torso desnudo no tiene por qué ser una cosa ofensiva”. Salvo, digo yo, que sea la Carmena la que los muestre a los refugees, para darles la bienvenida, lo que supondría una burla soez, e inadmisible. Mira tu, como si puede ser una cosa ofensiva, sin llegar a las conclusiones definitivas de la fiscal jefe de Madrid. Ay, la justicia, a la gallinita ciega, y la balanza dando tumbos… ¡Cómo han cambiado los tiempos, Miquelarena!.
No se la literalidad, ni me importa porque me la supongo, pero lo que si se, es donde se producía la acción, en sagrado, ante un sagrario, y con unos fieles en el transcurso de una liturgia, ante la Eucaristía, señor juez del juzgado número 6 de lo penal -no se despacha más- y eso, aparte de ser una profanación gravísima, y blasfema en extremo, aunque fuese –que no lo es- una minoría insignificante, es algo que indigna al 80% de los españoles, que son muchos españoles, y muchos católicos –muchas ovejitas, si, muy monas, pero también muchos moruecos sin castrar- y que estas gracias acaban mal siempre, aunque el evangelio nos aconseje poner la otra mejilla, que únicamente son dos. Lo primero es lo primero, lo segundo es lo segundo, y lo tercero es lo tercero, señoría. Si esto deriva a mayores, por negligencia y buenísmo, a mí, no me gustaría tener que dar explicaciones.
O se aplica el derecho, con el rigor que exige la ejemplaridad para que no se reproduzcan los hechos –que ya se ve, regresan por sus fueros- y que se hizo para la civilización, no para salir del paso sin mojarse (véase lo que le pasó a Pilatos, en cuya madre nos seguimos cagando millones, y millones de seres humanos a través de los siglos, cuando lo que pretendía era pasar desapercibido, y eludir la Verdad) o se comenzarán a aplicar los hechos, y eso es una gravísima responsabilidad, a corto plazo, tanto del pastorcito, que perdona generoso, sin aclarar que las disculpas deben dirigirse a los ofendidos, que no son él solamente él, sino el 80% de los españoles, por lo menos, sin internacionalizar la cosa. Las ovejas. Ahí es nada. Si nos tuviese que pagar una ronda, se lo hubiese pensado, digo. No la hubiera llegado con los 4.320 euros que vale mofarse de un colectivo tan importante, de unos 30.000.000 de personas. Sin embargo la hubiera salido más barato con los musulmanes, que no beben alcohol, mira tu, y no se le ha ocurrido lo del marisco. ¿Esperarán que pase el Ramadán? En cambio, un año de cárcel, nos hubiera parecido mejor a casi todos, incluido el fiscal, pero algo es algo.
Señor Osoro, esta vez, no se precipite, por más complejos que tenga, no se descarte de inmediato, no baje los brazos, ni se ponga a favor del viento, recuerde a los diablillos esos –si es que esta vez le van a pedir perdón, en lugar de hacerle una cuchufleta con bocina- que los ofendidos –los que estamos mirando incrédulos- no son únicamente usted, el presbiterado, el diaconado, los ostiarios, los consagrados, los acólitos, ni los turiferarios –cuya decisión de claudicar pueda estar entre sus atribuciones- sino el pueblo cristiano, que son muchos millones, los que creemos en Cristo, pese a que estemos en descenso, no solo por la demografía occidental, en declive, sino por la falta de estímulo, por lo que se nos ofrece a la vista. ¿Nos vamos a ir todos con Piqué, e Iniesta?
No digo a pique, sino con Piqué.
Brilllante el comentario. Son muchos los españoles que están ofendidos, y unos pocos como en el 36 insisten como en el 36 cuatro gatos anarquistas que “ilumina si arde…” haciando gala de una gran pobreza de ideas pero la vez de una enorme determinación de destruir lo indestructible. A la Iglesia no la destruye nadie pero a los católicos si como en el 36 y los ponen bajo tierra luego de un paseo, O como en la URSS le colocan un preciso tiro en la nuca mientras otros dos le agrarran cada brazo. Si se necesitan tres para cada uno… Leer más »