«T-23-01». Ésta será la matrícula del primer avión A400M que, después de varios retrasos, el próximo mes de septiembre recibirán las Fuerzas Armadas. Lo confirmó ayer el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, quien visitó la factoría sevillana en la que se ensambla el que es considerado como el Rolls Royce de los aviones de transporte militar. Y el destino de esta aeronave de Airbus será la base aérea de Zaragoza, concretamente el Ala 31, donde según vayan llegando el resto de unidades que España ha adquirido (27, de las que únicamente se quedará con 14), irá sustituyendo a los Hércules y a los Boeing 707, cuya vida útil está prevista que finalice el próximo año.

Durante su visita, Morenés, acompañado por el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), general Francisco Javier García Arnaiz, y el director del grupo Airbus España, Fernando Alonso, recorrió las diferentes fases de la cadena de montaje. Según explicó, en unos 15 días saldrá de la estación de pintura para llevar a cabo el rodaje en pista, lo que supone la primera prueba en movimiento. Tras esto, a finales de julio, realizará su primer vuelo de prueba y recibirá las correspondientes certificaciones de vuelo, informa Ep. Si todo avanza según lo planeado, será en la segunda quincena de septiembre cuando llegue al Ala 31 y la idea que se baraja es la de poder exhibirlo en la parada militar del 12 de octubre.

El ministro quiso, por una lado, ensalzar la «capacidad industrial que tiene España» y, por otro, minimizar tanto los retrasos derivados de la crisis como los fallos sufridos en los motores, entre los que destaca el trágico episodio de mayo de 2015, cuando la congelación de la potencia de tres de ellos provocó que se estrellase en Sevilla uno de los que iba a ser entregado a Turquía. Según Morenés, «todos los proyectos industriales de esta magnitud requieren un permanente esfuerzo de mejora, son procesos evolutivos y con el tiempo alcanzará sus máximas capacidades».

El programa del A400M es fruto de un consorcio de siete países, que se comprometieron a adquirir 174 unidades: Alemania (53), Francia (50), España (27), Reino Unido (22), Turquía (10), Bélgica (7) y Luxemburgo (1), además de Malasia, que adquirirá cuatro. El coste ronda los 24.000 millones. En el caso de España, el Gobierno decidió en 2003 adquirir 27 unidades con un coste total de 5.819 millones. Sin embargo, la crisis obligó a Defensa a replantearse los Programas Especiales de Armamento y en 2013 se decidió renunciar a 13 de las unidades, que quedarán disponibles para la exportación. La factura final bajaba a 5.018 millones.

En cuanto al calendario de entrega (la primera unidad debía haber llegado en enero), está previsto que se mantenga y Morenés se mostró confiado en que así sea, sobre todo después de que en diciembre Defensa pactara con Airbus retrasar el último lote de 13 aviones. De esta forma, una vez recibido el primer aparato en septiembre, Airbus entregará 4 en 2017, mientras que en 2018 serán 5 y en 2019, 4. A partir de 2024 llegarán los últimos 13.