Francia, en la Copa de África. España de sordos
Lo de Francia canta mucho, y nadie lo acusa, sin duda por el qué dirán, los que tienen algo que decir. De once jugadores en el equipo ejerciente, en la copa de Europa ocho son negros, el 73%, más Griezmann, Lloris, y Giroud, que quedan triplicados, y eso no es ni medio normal, en un país en el que la mayoría es blanca, y los negros no pasan del 4%. ¿Será porque son mejores que los blancos? No. Los equipos campeones del mundo, en su enorme mayoría, son equipos en los que se traspapela algún negro, pero quitando Brasil, con alguno más que la media, y Balotelli, lo normal no es lo que estamos viendo, y eso no puede ser casual. Alguien tendrá la clave de esta imagen, que se parece más a un equipo que disputa la copa de África. ¿Alguien tiene interés en exhibir esa imagen?
Si estos negros, fuesen gordos, y musulmanes, animistas, gnósticos, o de la cáscara amarga, la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, que sabe de eso cantidad, porque lo ha estudiado con mucho rigor, dictaminaría, amenazaría, o inventaría –que para eso la han votado, no elegido- sin empacho, que tienen muchas papeletas para ser calificados de homófilos, o tendentes al bardajismo, culindrismo, o a la pérdida de aceite. Mira tu.
En España, seguimos sin que algunos –sordos- entiendan el mensaje del pueblo soberano -que se muestra cada vez menos ciudadanía manipulable por los sabios de la Complutense carrillera- y pese a la feroz campaña del “quítate tu para ponerme yo, para mi bien y el de los míos” sin nada que lo justifique, sino la propia necesidad, han dado una respuesta, que, como dice Boadella, si conduce a terceras elecciones dará la mayoría absoluta a la prudencia, la sensatez, y la labor callada pero eficaz, de quién ha conseguido romper el maleficio del orate llamado Rodríguez, que por cierto sigue suelto, sin enmaromar, como los toros del pueblo que se han escapado, y son mal ganado. Algo hay que hacer al respective.
La clave está en, y es de dominio público, la situación, a la que irían personajes sin fundamento como Cayo Lara, que –falto de la demanda oportuna que le suba a un consejo, como a un tractor- está a punto de cobrar su pensión, en un año que le queda para los 65, año, que al estar inscrito en el paro, con el subsiguiente subsidio, que lo cobrará, se lo cotizará la seguridad social.
Bueno, pues el santo varón, se da el gustazo de renunciar chulamente al sistema de los ex-diputados, da el escándalo, llama la atención sobre su desasistimiento, nos enseña el muñón chungo, pasa por santo y confesor, y no nos cuenta las bases por las que ha cotizado –las peonadas- la pensión que le va a corresponder, cuanto pierde, cuanto gana, cuanto le han supuesto, en pasta gansa, los años diciendo memeces en el hemiciclo, ni nada de nada. Va para Nobel de la Paix. Propaganda gratis, como para todos los de la cola –igualito- que se lo creen, y abren la boca. Son incorregibles estos romanos.
Pues bien, hermanos, el problema de salir de la mal llamada política, trastrabillando, sin oficio ni beneficio previos, que amparen esa cuestión, lleva a la costalada, a la santa pobreza, y al anonimato, donde el langostino de Sanlucar es algo inalcanzable per se, para Mambrú, salvo por Pascua Florida, o por la Trinidad.
Y todo eso, le viene a Mambrú, por haber seguido las santas enseñanzas de la pigricia, desde pequeñito, y haber escurrido el bulto, una y otra vez, desoyendo a su abuela. La política ha sustituido para él, al trabajo honrado, que ficha cada mañana, que requiere competitividad, anhelos, esfuerzo y privación, y cuando menos le hace falta, le deja a merced de sus vecinos. Eso es lo peor.
No hay que ser un águila, para darse cuenta de cómo es cierto esto que digo, y que se patentiza en los odios africanos, y postizos, que impiden el bien común, el bien de España, con argumentos que se caen por sí mismos, y que esperan la campana que de fin la asalto, y que no llega nunca.
Es la vacuidad, destilada y en estado puro. Olvidan que hay que saber dimitir, que los resultados que fueron un día, van marcando una trayectoria de regreso al futuro, y que no se da para más. Eso es todo, desgraciadamente.
Lo de los otros, los que han sumado menos con más, es como para irse a casita, contar veinte, y dejarse de chuminadas. Tienen un atestado detrás, grabado, escrito y vociferado, que por más sexies que se pongan, por más rourismo que le echen al asunto, quedan varados para esperar el reflujo, que viene con el descenso del paro, y que les devolverá al arroyo al que pertenecen. Veremos esta vez, quién da de mamar a quién, que argumentos del abuelo Víctor nos cuentan, y como les sienta el día a día, la puñetera cotidianeidad aburguesante. Ganarán peso, no político, sino del otro, y se les notará la pancita castueña, mientras las huestes de la hermana Carmena se desinflan, en pelota picada, a la vista del Carmona Sancipriano, que lo es in aeternum, como el Melquisedec.
Efectivamente…ayer vi un Ghana vs Costa de Marfil por Tele5..flipante…
Son africanos, no son europeos; por mucho que hayan nacido en Francia.
El Estado francés no tiene registros oficiales del número real de negros franceses. De alguna manera ése “4%” se cuela siempre en los visuales televisados provenientes de la gran nación francesa.
Son franceses también, no entiendo su rabia, son unos excelentes jugadores y son de origen colonial pero hijos de la gran República francesa
Estas mal de la cabeza, Francia es un país blanco y cristiano. Su selección de futbol no es representativa
En el fútbol las masas aceptan mejor el plan Kalergi, todo lo tienen estudiado al máximo.
La página de AD oscila hacia arriba y abajo continuamente lo que hace muy penosa la lectura. No creo que ello sea debido a mi ordenador porque no sucede con páginas de periódicos u otras web. ¿Q qué puede ser debido? Gracias.
Administrador, continúan oscilando hacia arriba y abajo las páginas. Sucede algo anormal. Y no es mi ordenador. Gracias.
Nota del administrador: Desconozco cuál es su problema. Le he pasado su nota al informático jefe. Ruego que si algún otro lector sufre un problema similar, nos lo hagan saber. Gracias.