Ser genio
La genialidad se logra con muchísimo esfuerzo, perseverancia y tenacidad. Con unas 10.000 horas de dedicación, una persona se convierte en experto en una disciplina o en un arte, pero esto no quiere decir que no pueda seguir aumentando sus habilidades y su talento. Los escritores, filósofos, literatos, pintores, escultores, músicos, compositores, actores, inventores y creadores en general, han dedicado más miles de horas a su formación, lecturas, etc., que las señaladas en la segunda línea de mi artículo.
Existe una falta de reconocimiento a la labor de creación cultural, en España. Se considera, por parte de algunas personas, que la Filosofía es cosa del pasado, y que ya es algo desfasado, o sin importancia, y no es cierto, en absoluto. O que escribir artículos en periódicos, lo puede hacer cualquiera. Pero no es cierto. Todo el mundo no puede ser columnista de un diario o de un semanario cultural, o de varios periódicos. Se requiere titulación, conocimientos, méritos objetivos, etc.
En algunos casos, se desprecia lo que requiere esfuerzo de comprensión, o está expresado en un lenguaje complicado, o en una jerga especializada. En vez de reconocer, que la alta cultura sigue muy viva y refleja pasiones, ideas, conceptos, principios y sentimientos universales, una parte de la población pasa de ella.
Crear cultura es mucho más difícil de lo que alguna gente cree. Sobre todo, porque no se crea de forma instantánea, el trabajo de escribir un simple artículo, requiere de una preparación previa, no es algo que se hace en dos minutos.
Todos podemos ser seres creadores de cultura, pero hay que demostrarlo, escribiendo y publicando. Porque, lo escrito, metido en un cajón, no es conocido. Por eso, tienen tanto valor y merecen el reconocimiento, los que, contra viento y marea, se dedican a crear escritos, a pintar, a componer música, etc. Y a publicar lo que crean para que sea conocido y disfrutado por el público.
En fin, como decía el gran inventor Edison, el genio es un 99 por ciento de trabajo, y un uno por ciento de inspiración. Él lo sabía muy bien, ya que tuvo que realizar unas mil pruebas con distintos materiales, hasta encontrar que era un filamento de wolframio el más adecuado para las bombillas incandescentes. Y realizó numerosos inventos.
Debería impulsarse más el desarrollo de los talentos. No parece lo más lógico conformarse con una existencia superficial. Estamos en este mundo para vivir de la forma más plena y feliz posible. Y ser creativos es una de las formas de la felicidad. Nuestro paso por el mundo puede ser más productivo y más completo, si no vivimos, superficialmente, y nos dedicamos a ser seres libres y originales. Y escribir, que es una actividad artística, es un modo maravilloso de vivir más intensamente, en la realidad.