Sor Lucía Caram
No digo yo de la inquisición, sino de una simple junta de vecinos, con pelín criterio apostólico, que se proponga acabar con la gilipollez protuberante, y la ignorancia supina de este engendro argentino, llamado Caram, que va de monja, la jodía.
Pero ¿Y la Curia? ¿Ande andará? ¿A qué dedica el tiempo libre, y de profundis? ¿Es que no hay nadie en tan extensa y ancha jerarquía que le salga al paso, o tendrá que hacerlo el orgulloso colectivo del détournement LGTB, OHL, DDT, o Explosivos Río Tinto? Es tremendo, que se financie la inmundicia ridícula, con el pretexto de la libertad de opinión. Rourismo esperpéntico.
Pues bien, a esta señorita contemplativa tucumana, porque le sale del soplete –que tiene bula la cosa- le parece sospechoso, que el fisco español vaya a por un defraudador argentino –lo haga Messi vía su papá, su mamá, o la del manojo de rosas, pero a la grand du monde- y sin embargo no tiene compasión, y considera natural que nos crujan, que nos pongan contra la pared, a los desgraciados, españoles claro, que ya no damos ni para un cortadito.
Es inaudito lo de la pajarilla esta, que contribuye a romper España, y opina hasta de la valla de Melilla, y anda por el Vaticano mafáldico, trayendo, llevando, y haciendo perder el tiempo en sandeces al Fernández Díaz, mientras no la hemos oído hablar del ojopipa del populismo argentino, que con la inestimable colaboración de su señora –a tanto la hora- han traído hasta el hambre a una tierra bendecida por Dios en persona. Se la pone en un aparato de Aerolíneas, con la Forcades al otro lado del pasillo, y se acabó. Que apele al cardenal Bergoglio, que ya haremos un pliego de descargo con la debida réplica, y dúplica, sin hubiera lugar. ¡No está nuestro mecanismo para ruidos! ¿Quién soy yo, me pregunto, para tener que aguantar a esta tonta l’haba?
A cascarla, a Tucumán desde Manresa. A contemplar allí, y a ocuparse de la pobreza allí, en tierra de misión, donde la fabrican. Que nos deje a los españoles arbitrar nuestros problemas, y que, como Zozaya, el de los ojos saltones, se vaya, que ya nos los ha tocado bastante. Que la ponga la conferencia episcopal donde la corresponde. ¿Para qué está el derecho canónico, los anatemas, el voto de obediencia, la patada en el culo, y otras cositas del querer?
Con tanta escandalosa inoperancia, y pudibundez, así nos luce el pelo, y así nos consideran los musulmanes. Por cierto ¿Por qué no emprende la lucha contra el trato que dan estos monoteístas a sus congéneres, haciendo gala del diálogo interreligioso, que eso si que es ecumenismo activista? Ya se le ocurrirá alguna receta, para que el separatismo no provoque la deslocalización de empresas, y regrese la prosperidad a Cataluña.
Otrosí, continúa suelto el orate alternativo, y entreguista, el amigo del demócrata Erdogan, el de la Alianza de civilizaciones, y otras lindezas Pagín-way, que ya se ve el ojo clínico se gasta. Tomen nota, y miren a ambos lados, al cruzar la calle, y si se encuentran con Carles Puyol, denle un abrazo de mi parte. Es un tío.
Así se ven las Iglesias, vacías. Adónde va con estos representantes? Por favor, seriedad. No se tendría que permitir “esto” (forma de llamar a este personaje) dentro de ninguna congregación en el seno de la Iglesia. Solo sirve para hacer daño.
Ja ja ja , buenísimo! Felicitaciones por la carta de opinión, un placer leerle.
¿Es monja…? Ahora me entero. Yo pensaba que era puta…
(Claro que es posible que se haya metido a monja al ver que no se puede comer ni un colín, ni siquira pagando, pues es fea de cojones).
¡Que se vuelva a Argentina, y nos deje en paz, la condenada!
¿Hay alguna autoridad eclesiástica que discipline a este tipo de engendros…? Es obvio que no, y a las pruebas me remito.