El acueducto de Segovia, enfermo de nacimiento pero sin riesgo de derrumbe
Claudia Carrascal.- Dieciséis kilómetros, 167 arcos y dos mil años de antigüedad son las cifras que describen al monumento más emblemático de Segovia, su Acueducto, que además de los achaques de la edad se encuentra enfermo de nacimiento aunque, por el momento, los estudios del Ayuntamiento afirman que no hay riesgo de derrumbe.
La concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos ha asegurado en una entrevista con Efe que es un monumento “geológicamente inestable” pero que “los tiempos en geología son muy largos por lo que de momento no se puede alertar de derrumbe ya que las alteraciones son superficiales”.
El Acueducto está construido fundamentalmente con granito de grano grueso, una piedra que por sus características es más inestable y de peor calidad que otras variedades, lo que hace que “haya nacido condicionado a no tener la máxima durabilidad, no obstante lleva dos mil años en pie”, ha apostillado de Santos.
Además, hay otros factores que están condicionando el futuro de esta obra arquitectónica y contra los que el Ayuntamiento invierte una partida anual de 14.000 euros, como son las descamaciones, pérdidas de volumen y fisuras provocadas por el paso del tiempo, las diferencias térmicas, el hielo, la vegetación, las aves, e incluso resinas de anteriores intervenciones.
En este sentido, la concejala ha recordado que todos los proyectos que se han ejecutado sobre el Acueducto han tenido “sus luces y sus sombras” y que todavía queda alguna sombra que hay que arreglar como manchas de resina o restos de cemento que se utilizó en su momento para cubrir huecos y grietas.
Y ha añadido que este es el motivo por el que está en continúo estudio y por lo que hay que analizar a fondo las posibles intervenciones ya que “sobre el acueducto no vale cualquier solución”.
Aunque en 2016 no está previsto que se realice ninguna obra mayor, de Santos ha adelantado que para 2017 el Acueducto competirá con la muralla para recibir la subvención del 1,5 por ciento cultural que destina anualmente el Ministerio de Fomento para este tipo de intervenciones en el patrimonio, ya que actualmente es “prácticamente la única ayuda posible”, ha afirmado.
En estos momentos las acciones más urgentes pasan por atender, -según ha indicado de Santos- los problemas de la reconstrucción medieval, que se encuentra en los primeros arcos del monumento.
Dos mil años para una obra pública que sigue llevando agua, no está nada mal.
Este acueducto, o las pirámides, son el mejor ejemplo de que todo lo que se construye hoy, es de muy baja calidad.