Bill Clinton, muy envejecido, junto a su mujer en un acto electoral en 2015.

Sale a la luz un informe que podría ser el aldabonazo definitivo contra Hillary Clinton. No se trata de ninguno de los escándalos de corrupción que están sacudiendo la campaña de la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos. El documento está directamente relacionado con su marido, el expresidente Bill Clinton, y ha sido elaborado por los periodistas de investigación Darwin Porter y Danforth Prince en un libro que aparecerá este mes.

Darwin Porter y Danforth Prince aseguran que Bill Clinton afirman que Bill Clinton puede haber contraído la enfermedad del sida. Destacan la adicción al sexo del exmandatario estadounidense y sus innumerables aventuras sexuales “sin protección”, razón por la cual fue obligado por Hillary a hacerse varias pruebas de VIH en una prestigiosa clínica de Estados Unidos. Estos controles médicos se han mantenido en secreto durante años, hasta que una filtración puso sobre aviso a los autores de la investigación.

Aunque las primeras pruebas dieron resultados negativos, Darwin Porter y Danforth Prince subrayan el deterioro físico del expresidente en los últimos meses y aseguran que su estado de salud empeora a diario. Preguntado recientemente por los periodistas sobre su apariencia enferma, Bill Clinton la atribuyó a la cirugía de corazón a la que fue sometido en febrero de 2010 (se le colocaron dos stents en una de sus arterias coronarias”, así como a su “nueva dieta”.

Afirman Porter y Prince que ello no justifica la extremada delgadez y la aparente debilidad que Bill Clinton ha acreditado durante los actos electorales de su mujer en los que ha participado. “Bill Clinton es casi de la misma edad que George W. Bush. La diferencia entre ambos es notable. Mientras a Bush se le ve saludable, a Clinton se le ve cada día más viejo y frágil”, señalan las mismas fuentes.

“Ví gotear la saliva”

Bill Clinton, visiblemente deteriorado, junto al actual presidente.

Rush Limbaugh, locutor de radio y comentarista político conservador, señaló tras asistir a un acto electoral a escasos metros de Bill Clinton: “Lo ví todo amigos y no creo que su deterioro físico sea consecuencia del Geritol ni del Fixodent. Ví gotear la saliva. Fue asombroso. ¿Acaso fue el único que lo vio? Y frente a él, Hillary, chillando como un montón de gaviotas en Alcatraz. Creo que el estado de salud de Clinton está declinando rápidamente”.

Incluso un ex asesor de Clinton en la Casa Blanca, Dick Morris, cree que el estado de salud de su antiguo jefe no es nada bueno.

“Lo conozco bien y no reconocía su carácter durante su entrevista con NBC News. Estaba descolorido, apático, que estaba apático, hablando de forma lenta y cansina”.

La salud de Hillary Clinton también importa

Pero no sólo preocupa el estado físico del expresidente. El estado de salud de la candidata presidencial estadounidense del Partido Demócrata, Hillary Clinton, ha provocado frecuentes debates en las redes sociales y ha llamado atención de los medios de comunicación estadounidenses. La pregunta que se hacen algunos es si Bill Clinton ha podido infectar a su esposa con alguna enfermedad de transmisión sexual.

En una entrevista a la cadena de televisión MSNBC, la secretaria de prensa de la campaña de Donald Trump, Katrina Pierson, aseguró que su estado de salud inhabilita a Clinton para ocupar una responsabilidad tan alta como la presidencia.
“Toma tratamientos que ya no toma nadie”

Según Pearson, Clinton supuestamente sufre de disfasia, una grave enfermedad cerebral causada por un traumatismo, que con el tiempo destruye la capacidad de una persona para hablar y entender el habla, recoge ‘The Washington Post’.

Bill Clinton en una reciente aparición en la CNN. El maquillaje no pudo camuflar una extraña marca en la frente.

A su vez, el medico y presentador televisivo David Andrew Pinsky afirmó el miércoles que está “gravemente preocupado” por la salud de Hillary Clinton y los tratamientos que recibe, los cuales ha calificado de un “nivel de 1950”.

En una entrevista a la radio KABC transcrita por ‘The Washington Free Beacon’, Pinsky aseguró haber llegado a esta conclusión después de revisar, junto otro médico, el historial médico de Clinton. Por ejemplo, indicó que la demócrata toma Coumadin, un medicación que “ya no usa nadie”.

El doctor Pinsky mencionó también que Clinton sufrió dos episodios de trombosis venosa profunda o TVP, que normalmente resulta en la formación de coágulos de sangre en la pierna.

Sin embargo, Lisa Bardack, médica de Clinton durante mucho tiempo, afirmó que la candidata presidencial goza de un excelente estado de salud y está capacitada físicamente para ser presidenta de EE.UU.

Estas declaraciones se suman a los debates y especulaciones provocadas en las últimas semanas por la publicación de unas fotos del pasado mes de febrero en las que Clinton es ayudada a subir unas escaleras y un video en el que la candidata demócrata mueve la cabeza de forma exagerada. En las redes incluso ha hecho fortuna el ‘hashtag’ #HillarysHealth para que los internautas den rienda suelta al tema.

Todo ello ha obligado al candidato republicano, Donald Trump, a pedir insistentemente a Hillary Clinton que publique su historial médico detallado, a lo que la candidata demócrata se ha negado.