España aplasta a Liechtenstein (8-0) en el primer partido clasificatorio para el Mundial de Rusia
La victoria de España ante Liechtenstein llegó, como se esperaba, pero el partido dejó otra buena noticia: la selección ya tiene variantes para romper cerrojazos. Es cierto que el rival era sencillo, el 182 del mundo y que de hecho no había marcado nunca a La Roja para encajar cuatro goles de media por duelo, pero el recuerdo más reciente ante equipos de este nivel era doloroso. Georgia, la 137 en el ránking FIFA, venció en Getafe por 0-1 el 7 de junio. Es decir, hace algo menos de tres meses, dio una demostración de cómo defender con dos líneas de cinco hombres por detrás de la pelota.
Los futbolistas que salieron en León de inicio era muy similares a los del ridículo previo a la Eurocopa. Sergi Roberto, que convence en la salida de balón, Koke y Diego Costa. Como era esperable, Liechtenstein se comportó igual. 21 futbolistas en apenas 45 metros, con De Gea de espectador de lujo. La actitud fue muy distinta desde el inicio, y también la intensidad. Thiago, que también estuvo de inicio en el Coliseum, optó por pases filtrados y menos florituras. Además trabajo en defensa junto a un Koke que tenía libertad de movimientos. Puso además una buena pelota a balón parado para que Diego Costa se liberase rápido. La peinó el delantero del Chelsea que segundos antes había acudido a defender de una pelea a su compañero Busquets. Así es él.
España impuso su aplantante dominio, movía la bola de lado a lado bastante rápido; con cambios de juego y buscando ser más profunda para evitar que Liechtenstein defendiese cómodo. Vitolo y Alba abrieron el campo, pero al buen juego le faltaba remate. A veces acumulaba muchos hombres en el área ya que hasta Piqué, al que se aplaudió sin fisuras incluso cuando se hizo algún lío en defensa, a veces se sumaba como ariete. La gente hacía la ola antes de los 20 minutos, lo que normalmente suele ser mala señal. Las buenas conexiones entre Silva y Costa no terminaban en gol. Hubo jugadas que llegaron a ser surrealistas, con jugadores marrando en un bosque de piernas. Bajó el ritmo, por el intenso calor, y aunque dominaba con menos toques intrascendentes no lograba plasmar su superiodidad.
Entonces, Lopetegui optó en el descanso por prescindir de Thiago y entró Nolito. Modificó el sistema a un 3-3-3-1, algo que se recordaba usó Javier Clemente en Belfast en 1993 aunque en su caso el once estaba plagado de defensas (Camarasa, Giner, Voro, Ferrer, Nadal, Hierro o Caminero junto a carrileros como Goikoetxea y Luis Enrique con Julio Salinas en punta. El asunto no le fue mal, ya que venció por 1-3 dejando en sus manos meterse para el Mundial de Estados Unidos si ganaba, como hizo un mes después en Sevilla ante Dinamarca. Dejó lo que funcionaba: Vitolo por fuera, libertad para Koke en el centro, centró a Sergi Roberto junto a Silva e incrustó dos hombres en banda con Costa en el área. Y todo cambió.
Jehel, que encajaba ya hace 15 años goles contra España, se esforzaba con éxito por evitar la goleada. Los palos le ayudaron, pero no fue suficientes. Dos servicios desde fuera hacia dentro los remacharon Sergi Roberto primero y Silva después. Con su tercer gol en una semana ya supera a Butragueño como goleador en la selección. El canario, que cerraría el 8-0 en la prolongación tras topar con el palo y ver cómo le anulaban un zurdazo, devolvió el favor a su paisano Vitolo, al que regaló su primer gol con La Roja. Con un rival mareado con tanto movimiento, la goleada era inminente. Volvió a marcar Costa, a trompicones, que se fue ovacionado por la afición local cuando fue sustituido por Morata, que anotó el sexto en un zurdazo y el séptimo, que se olvidaron de subir al marcador, en un fallo del portero.
Fiesta completa en León, donde cantaban a la Cultural durante el partido, pero se partieron las manos ovacionando a Marco Asensio. El debut del mallorquín, al disputar ya un partido oficial, evita que Holanda se lance para que siguiera el ejemplo de Diego Costa. Ahora habrá que ver el rendimiento en la cuesta de octubre, en el duelo ante Italia, en el que no estará Chiellini por sanción. Habrá que ver cuando vuelva Iniesta si Lopetegui modifica esta orquesta que, por ahora, crea música bien afinada.
Volveré a ver fútbol cuando los españoles estén protegidos, no haya desempleo, y haya verdadera democracia.
En tiempos de guerra es absurdo ver fútbol y otras propuestas edulcoradas.