Derroches veraniegos
La sequía en Baleares se prolongará por septiembre; es la previsión meteorológica. Nos advierten que no malgastemos el agua pero parece que algunos responsables del Gobierno Balear son los primeros en no dar ejemplo.
A pesar de que los vecinos de distintos pueblos sufren constantes cortes de suministro, la presidenta del Govern, Francina Armengol, se moja, tan fresca ella, en las fiestas de Felanitx, y mientras Ciutat recurre al agua regenerada ante el agravamiento de la sequía, los palmesanos se riegan a gusto en la fiesta de Canamunt contra Canavall. Es verdad que en este último caso se iba a usar agua depurada, pero no cuela porque se preveía su uso para riego y limpieza. Todo por unas fiestas en las que el desperdicio de agua resulta ser un lujo inaceptable.
Al igual que la tomatina de Buñol, que inutilizó 24 toneladas de tomates, o la cercana guerra de la uva en Binissalem que previsiblemente tirará a la basura unas 12 toneladas de uvas (algunas ya prensadas pero no todas), se trata de desperdicios evitables que dan muy mala imagen cuando hay sed y hambre. Así, la insolidaridad de la gente se ve en las multitudinarias fiestas a las que todos se apuntan mientras se quedan en sus casas cuando se los convoca a manifestarse por reclamaciones sociales.
Finalmente, los políticos no pueden pedirnos que hagamos lo que ellos no hacen. Y no son unos completos inútiles, al menos sirven de mal ejemplo.
Has dicho una gran verdad. Practican el “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”.
En todos los aspectos. En consumo de agua, de energía eeléctrica, en ahorro, en evasión fiscal, en corrupción, etc… etc…
Un árbol malo no puede dar frutos buenos.