Cuatro horas después de la hora prevista de inicio y en medio de una enorme tensión fuera y dentro de la sede de Ferraz, el Comité Federal del PSOE sigue sin lograr arrancar la sesión decisiva en la que se va a dilucidar si Pedro Sánchez sigue al frente del partido o se forma una gestora. El Comité Federal se ha constituido finalmente con 253 acreditados, con derecho a voto.

Al filo de las 13.00 horas, cuatro horas después de la hora prevista para que comenzara el Comité Federal, la reunión ha vuelto a paralizarse. Todo parecía que por fin iba a dar comienzo, ya que la Mesa que tiene que presidirla había llegado al encuentro, pero se ha vuelto a anunciar otro receso con carácter indefinido.

La mañana ha comenzado con incidentes en la calle, cortada y tomada por fuerzas antidisturbios, ya que medio centenar de simpatizantes de Sánchez se han concentrado.

Los 290 miembros iban pasando y los críticos más significados han digo insultados al grito de «fascistas». Eduardo Madina, José María Barreda, Javier Lambán o José Blanco, este último golpeado incluso, han logrado entrar en la sede.

Ferraz 70 se ha convertido en un edificio blindado hasta para la prensa, que todavía no puede acceder. Los cristales de las puertas de cristal exteriores han sido incluso opacados con una película de plástico para que no se vea que ocurre en su interior.

El diario ABC reproduce el testimonio de uno de los 290 reunidos para decidir el futuro del PSOE. «No ha empezado. Dentro no hay ni discusiones ni problemas. Por primera vez nos identificaron tres veces, hemos hecho cola para anotarnos y hemos tenido que enseñar el DNI para acreditarnos y poder bajar», explicaba esta fuente.

No hay cobertura gráfica, pero han trascendido algunas fotos de lo que está ocurriendo en la sala «Ramón Rubial». La Dirección Federal, que ha dispuesto un escenario con 18 sillas, ha conseguido sentarse en ellas pero luego ha tenido que levantarse porque los críticos no reconocen ya su autoridad.

Entienden que, tras la dimisión de los 17 de la Ejecutiva el miércoles pasado, toda la Dirección queda «disuelta» y hoy hay que nombrar una gestora.

La Ejecutiva «en funciones» se vio obligada a establecer un receso de alrededor de una horaporque ni siquiera había acuerdo entre los dos bandos sobre quién puede votar y qué se vota. Sánchez dice que los 17 dimitidos no votan, y los críticos insisten en que tampoco votan los 18 restantes de la Ejecutiva que ya no existe.

Susana Díaz fue increpada por los manifestantes aunque evitó la entrada llegando a Ferraz en coche a las 8.15. La presidenta andaluza, junto con el resto de los barones y federaciones críticas, quiere imponer votación hasta de la mesa del Comité Federal.

Es clave quién controle la mayoría de esa mesa. Ahora mismo la tiene Pedro Sánchez porque aunque la presidenta del Comité Federal es la secretaria provincial de Sevilla y mano derecha de Díaz, Verónica Pérez, los otros dos miembros, el histórico dirigente vasco Rodolfo Ares y Nuria Marín (PSC) son de Sánchez.

Los críticos aseguran que el oficialismo está intentando evitar votación porque sabe que en el momento en que se elija la Mesa y Sánchez ya se vea en minoría para el resto de asuntos a decidir, está perdido. La gestora sería inevitable, dicen; algo que niega la secretaría de Organización.