Un pueblo italiano monta barricadas para impedir la llegada de 20 refugiados
Un grupo de habitantes del pequeño pueblo de Gorino, en la provincia de Ferrara (norte de Italia), montó durante la noche barricadas para impedir la llegada de un autobús con doce mujeres refugiadas y ocho niños que iban a alojarse en un hostal de la zona.
Los medios de comunicación italianos se hacen eco hoy de la protesta de un centenar de personas que colocaron peanas de madera en la carretera de acceso al hostal Amore-Natura, donde el delegado de Gobierno de Ferrara, Michele Tortora, decidió que se diese alojamiento a las refugiadas, una de ellas embarazada de ocho meses.
Los habitantes de Gorino, en la región de Emilia-Romagna, al grito de “No los queremos”, impidieron el paso del autobús y hubo momentos de tensión con la policía.
Los medios explican que los habitantes protestaban también porque el gestor del hostal había sido obligado a prestar las cinco habitaciones donde se alojarían las mujeres con sus hijos.
Después de que el autobús permaneciese varias horas a la espera de una decisión, finalmente el prefecto dispuso trasladar a las doce mujeres y los ocho niños de origen africano a otro pueblo.
“Ha prevalecido la tranquilidad del orden público, no podíamos cargar contra las personas. Este fenómeno (de la inmigración) o se gestiona juntos con sentido común o no se puede gestionar”, explicó hoy el delegado de Gobierno de Ferrara, que explicó que por el momento las refugiadas están alojadas de manera provisional en otras localidades.
Tras conocerse la noticia, el ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, afirmó que “organizar barricadas contra doce mujeres, una de ellas embarazada, no honra al país”.
“Todo se puede gestionar mejor. Podemos encontrar todas las excusas que queramos, pero esta no es Italia”, agregó.
El secretario de la xenófoba Liga Norte en Ferrara, Alan Fabbri, definió como “nuevos héroes de la resistencia contra la dictadura de la acogida” a los habitantes de esa localidad y aseguró que “apoyarán la protesta”.
Este suceso se produce cuando se han dado a conocer las cifras de la emergencia de la inmigración en Italia con 153.450 inmigrantes que han desembarcado desde inicio del año en el país, un 10 por ciento más que el año pasado.
Esas cifras están creando enormes problemas al sistema de acogida ya que actualmente son 167.000 los inmigrantes que están siendo acogidos en los abarrotados centros y estructuras temporales en Italia.
No hacían falta barricadas ni montar la marimorena. Con añadir una “r” en el nombre del pueblo a la entrada del mismo era más que suficiente. Ningún musulman querría irse a vivir a un pueblo llamado GORRINO.
¡A las barricadas! Contra los guarros de izquierda y sus aliados islamistas.
Entonces esos políticos quejicas que dejen entrar a los inmigrantes y que violen a todas las mujeres del pueblo que maten y roben a los hombres, todo con tal de no ser “Xenofobos” aunque sea contraproducente para el pueblo acogedor.
La inmigración descontrolada y desaforada es un ataque directo y brutal a la línea de flotación del presupuesto público y de las monedas de nuestros Estados. Es por eso que prestamistas y especuladores de altos vuelos como Soros lo incitan y pagan a ONGs de descerebrados y exaltados para que griten “racismo”, etc.