Lucha contra el cáncer
Ciertamente, es muy meritoria la labor desarrollada por la Asociación española contra el cáncer, pero el Estado debe aportar más financiación a proyectos de investigación para contribuir, de modo directo, a mantener la salud y el bienestar de los españoles. Ser socio de la citada asociación y aportar dinero a la misma, de un modo periódico, me parece magnífico, aunque considero que la labor principal y esencial corresponde a Sanidad y consecuentemente al Estado.
No veo lógico que, si no llega la sanidad pública a poder afrontar los gastos derivados de la atención a los pacientes y de los medicamentos, tengan que ser los propios ciudadanos los que pongan el resto del dinero que es necesario para garantizar la buena atención a los afectados por esta enfermedad y la prevención e investigación sobre la misma.
Es un dato indiscutible que el Estado español pese al aumento de casos de cáncer ha gastado en 2014 menos en medicamentos oncológicos que en el año 2010. Teniendo presente que la población española ha crecido y esto supone que los casos de cáncer también. Con la mayor longevidad de las personas aparecen más casos por razones fácilmente entendibles. En el Reino Unido, por ejemplo, han incrementado un 67% el gasto en fármacos oncológicos.
Que se haya logrado que la supervivencia se incremente un 20% durante los últimos 20 años es esperanzador y positivo, pero queda mucho camino por recorrer. Porque los porcentajes son fríos números que son insuficientes frente al dolor y a la muerte que provocan distintos tipos de cáncer.
Pienso que la financiación de los mejores y más punteros equipos de investigación contra el cáncer corresponde a la sanidad pública de cualquier país. Y aunque las aportaciones económicas de asociaciones y de las ONG son útiles no deben hacernos olvidar que, si una parte de los ciudadanos por causa de la crisis económica, el elevado desempleo y la precariedad laboral no pueden ser socios de la AECC, por ejemplo, esto no debería repercutir en la calidad de los tratamientos de los enfermos de cáncer.
El voluntariado puede realizar una gran labor, pero los tratamientos deben ser los más avanzados que existan en el mundo, aunque sean caros o muy costosos económicamente.
Está muy bien que existan este tipo de organizaciones que buscan disminuir el sufrimiento causado por esta terrible dolencia mejorando la calidad de vida de los que la padecen. Pero los españoles nos merecemos el máximo esfuerzo económico del Estado para no quedarnos a la zaga de los países que más están avanzando en la investigación en la lucha contra el cáncer. Estados Unidos puede servir de ejemplo en este sentido.
Pues sí, la verdad es que sí que haría falta, pero ya sabemos todos el desprecio que tenemos aquí por la investigación, la inovación y la ciencia en general.