Si pretendía ser una broma, lo que consiguió el embajador saudí en Estados Unidos fue dejar claro el concepto que en su país se tiene de las mujeres como objeto propiedad de ‘sus’ hombres. Abdula bin Faisal al Saud respondió a una pregunta esta semana de los periodistas sobre si su país está dispuesto a dejar de bombardear Yemen: “Eso es como pedirme que deje de pegar a mi mujer”, respondió entre risas…

Yemen, sumido en una crisis entre el Gobierno de carácter suní y los rebeldes hutíes, una rama chií del islam apoyada por el régimen teocrático de los ayatolás en Irán, lleva más de un año sumido en el caos entre matanzas de uno y otro bando.

El periodista que le hizo la pregunta, del sitio web theintercept.com cuenta en su periódico que insistieron “en que diera una respuesta más clara”, pero su réplica fue una evasiva: “Vosotros sois agentes políticos, pero yo no soy un hombre político”.

En todo caso, el mismo jefe de la diplomacia del reino saudí insistía pocos días antes en que su gobierno persistirá en sus bombardeos sobre el pequeño país árabe, como en estos últimos días en los que dos masacres han acabado con más de 200 civiles.