El Senado australiano rechaza la celebración de un plebiscito para aprobar el matrimonio homosexual
El Senado australiano ha rechazado la propuesta del Gobierno para convocar un plebiscito sobre la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, al que se oponían defensores de los derechos de los homosexuales.
La propuesta del Ejecutivo del liberal Malcolm Turnbull fue rechazada el lunes por la noche por 33 votos a 29 ante la oposición del Partido Laborista, el Verde, el grupo de Nick Xenophon y el senador independiente Derryn Hinch.
«Esta noche el plebiscito sobre el matrimonio igualitario fue derrotado en el Senado y esta noche avanzamos hacia la igualdad», dijo en un comunicado la senadora Jane Rice, portavoz de asuntos LGTBIQ (Lesbianas, gais, trasgénero, bisexuales, intersexuales y «queer»). Laboristas, Verdes y activistas a favor del matrimonio igualitario abogan por legalizar estas uniones sin someterlas a un plebiscito, al considerar que este podría alentar la homofobia.
El presidente de la organización Matrimonio Igualitario, Alex Greenwich, dijo que los partidarios de legalizar estas bodas deberían enfocar sus esfuerzos para que el Parlamento se pronuncie sobre el asunto. «Sabemos que la mayoría de los australianos, así como la mayoría de los legisladores, apoyan la reforma», comentó Greenwich en declaraciones citadas por la cadena local ABC.
El Gobierno australiano planeaba convocar el plebiscito el 11 de febrero con la siguiente pregunta: «¿Debería cambiarse la ley para permitir que parejas del mismo sexo contraigan matrimonio?».
El fiscal general, George Brandis, había advertido de que el rechazo del plebiscito podría posponer durante años el debate sobre la legalización de estas uniones. Antes de la votación, el diputado de la coalición liberal conservadora Andrew Broad aseguró que el Gobierno descartaba reabrir el debate en la presente legislatura, que concluye en 2019, en el caso de que el plebiscito fuera rechazado.
Australia, que acepta la unión civil en varios de sus estados, ha recibido críticas de varias organizaciones por su lentitud en la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo. En diciembre de 2013, el Tribunal Superior anuló una ley que permitía estas bodas en el Territorio de la Capital Australiana por considerar que contravenía la Ley Federal de Matrimonios de 1961. También han fracasado propuestas legislativas similares en el estado de Tasmania y en Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sidney.