El blanqueo de la pederastia
Ninguna sociedad puede sobrevivir con un alto nivel de contradicciones. Y la nuestra está llegando al límite de las mismas. (Dr. Javier Barraycoa. Universidad Abad Oliva)
La mano de Satanás anda por ahí metida bien a fondo. No puede ser casual tanta maldad y tan universalmente extendida. Como decían los escolásticos, quidquid est, habet rationem sui sufficientem: Todo lo que existe tiene una razón que da suficiente razón de ello. Todo lo que existe y todo lo que sucede.
Nos encontramos ahora ante una ofensiva tremenda para imponer la plurisexualidad en la escuela. Pero no es exactamente la plurisexualidad lo que se empeñan en imponer, que también; sino que bajo el pretexto de evitarles conflictos sexuales a los niños en el futuro, se los crean ya en el presente, educándolos en la sexualización desde la primera infancia. Un plan tremendamente diabólico: los niños instruidos en el conocimiento y en la praxis del sexo desde mucho antes de que la naturaleza les empuje por esos caminos.
Todos los niños disponibles para sus “educadores” sexuales. Habida cuenta de que todas las campañas de “formación sexual” las impulsan y ejecutan los que practican y reivindican la diversidad sexual. Es decir, homosexuales, lesbianas, transexuales, etc. La cosa avanza a velocidad de vértigo: la ONU quiere imponer a todos los países la formación sexual en la escuela a partir de los 10 años. Pero nosotros somos un país más avanzado. El adoctrinamiento sexual empieza mucho antes. Adoctrinar e iniciar a los niños en todas las modalidades sexuales y así destruir no sólo la moral y el natural pudor, sino la misma naturaleza humana. Es decir una transformación social propia de un gran diseño de ingeniería social: sexo sin reproducción y reproducción sin sexo.
Si se han llegado a producir tantos abusos de niños por parte de profesores de cualquier asignatura, pero especialmente de educación física, ¿se ha parado alguien a pensar los que se pueden producir por parte de los educadores-iniciadores sexuales? La asignatura por sí misma representa una incitación. Las inclinaciones sexuales del profesorado, tan seleccionado ad hoc, representan otra. Y la acción benéfica que supuestamente se les prodiga a los niños introduciéndoles en la única sexualidad sana, y de la mano de los mejores maestros de la diversidad y de la opcionalidad sexual, son la ocasión perfecta para que la pederastia pase a formar parte de las más arraigadas y sanas costumbres de las sociedades más progresistas.
Pero la gran cuestión es: ¿Y cómo se explica todo esto? Esto no es producto natural de la evolución de las cosas. Todo esto no evoluciona así si no hay un proyecto explícito en el que se vayan colocando con suma industria todos los elementos que conducen a este estrambótico constructo. Y sobre todo, es imposible sin contar con la colaboración coordinada de tantísimas personas e instituciones. Hay una causa eficiente. ¿Cuál es? Alejandro Dumas puso en circulación la expresión cherchez la femme. Siempre que se encontraba con algo inexplicable, decía eso: “buscad a la mujer”. Era, en efecto, el empeño por agradar a una mujer para conquistarla o el cuidado por ocultar una relación no confesable, lo que daba lugar a conductas inexplicables. Por eso decía Dumas, y se le copió luego profusamente, cherchez la femme, buscad la mujer que hay detrás de todo eso.
Pero me temo que lo que hoy nos toca decir, es: cherchez l’enfant, buscad el niño. Detrás de esas conductas inexplicables, suele haber un niño abusado sexualmente. Es la gran plaga que azota hoy a la humanidad: la pederastia. Son muchos, horriblemente muchos los que para tener experiencias sexuales del máximo nivel necesitan tenerlas con niños. La pornografía infantil no es más que la punta del iceberg. Si eso es lo que flota, y es tanto tanto, ¿qué no habrá debajo?
Anteayer fueron las relaciones no admitidas socialmente con mujeres: concubinato y fornicación (se blanquearon en su momento); ayer, las relaciones con hombres: (ya definitivamente blanqueadas); hoy se trata de relaciones con niños (está iniciado ya el proceso de blanqueo de esas relaciones). Mientras no se han blanqueado cada una de esas relaciones, han sido objeto de chantaje a todo nivel. Por eso, los que han estado pillados en esos chantajes han luchado con todas sus fuerzas para blanquear sus actividades sexuales. Uno de los grandes pillados ha sido el clero católico; y como ha convenido que fuese el único pillado, ahí está arrastrando su complejo e intentando hacerse perdonar por el mundo. Es que aún no se han enterado de que la siguiente gran conquista de la cada vez más amplia libertad sexual, es la pederastia. Desde la misma escuela. Y la siguiente, mero traslado de la escuela a la familia, el incesto. Por ahí van las cosas. Y no deja de ser curioso que los hace años defendían la homosexualidad y el lesbianismo como algo genético, ahora afirmen que es un acto de la libertad de cada cual… Y el apaño doctrinal está llegando ya a la pederastia.
¿Cómo ha logrado poder e influencia el lobby gay en la política, la cultura, la economía y hasta en la Iglesia? Pues a base de chantaje. ¿Quién puede oponerse ante la amenaza de delación de los más egregios miembros del clan? A partir de ahí, se construye todo el poder que se quiera: económico, político y de cualquier género. Algo así me explicaba un sacerdote al contarme como un poderoso grupo de presión gay dentro del clero madrileño tuvo -y sigue teniendo, supongo- maniatados a varios Arzobispos, impotentes ante lo que se les podía venir encima. Ante la amenaza de difamación pública de algunos conocidos sujetos pillados in fraganti, se puede obtener absolutamente todo: así es como se ha justificado primero, luego blanqueado, y al final se ha impuesto hoy la homosexualidad y mañana se impondrá la pedofilia. Las leyes y las instituciones puestas al servicio de la infamia gracias al chantaje.
Hoy queda la pederastia como única área, muy potente, de chantaje sobre relaciones sexuales socialmente repudiadas. Hay muchísima gente de los estamentos sociales más honorables, pillada en esta clase de abusos y sometida por ello a chantaje. La pornografía infantil, una auténtica plaga, es la avanzadilla. Pero que nadie olvide que empezaron con la pornografía para adultos…
Hoy en día, incluso dentro de la Iglesia Católica se ha extendido una cultura hedonista y relativista y hay diócesis, seminarios, colegios, instituciones religiosas, en las que la homosexualidad, o al menos una orientación o tendencia homosexual, se considera irrelevante desde el punto de vista moral y es tolerada. Y es que si la tolerancia cero se aplica exclusivamente a la pedofilia y no a la homosexualidad, nos hemos puesto a nivel de aquellos fariseos que filtraron la mosca y se tragaron el camello (cf. Mt 23,24). Más del 80% de los sacerdotes imputados por pedofilia tienen orientación homosexual. Y así nos luce el pelo, aunque los obispos se empeñen en demostrar, a base de gestos mediáticos ampulosos y ostentosos que todo está bajo control, no nos engañemos. Están bajo el control del lobby gay.
www.sacerdotesporlavida.es
En las relaciones homosexuales en muchos casos hay amor y cariño, en la pederastia y en la pedofilia siempre hay un abuso por parte de alguna de las partes, no compare lo incomparable padre
Señor Ballester mi más absoluto apoyo a su escrito que a buen seguro se lo pensó 2 veces… No es tiempo de cobardes y su valentía es viento fresco… Tiene usted toda la razón del mundo el chantaje es el poder… Que me va a contar usted que no sepa después de haber visto de todo… Pero lo que pregunto a todo el mundo es ¿Porque ese ataque sistemático contra la Iglesia? Abusos a menores los hay en todos los rangos y profesiones. Sobre la educación sexual es necesaria pero como bien dice usted no antes de lo que el… Leer más »
Es razonable el artículo. No obstante, pretende (o lo parece) equiparar la homosexualidad con la pedofilia, o paidofilia. Parece que olvida la gran diferencia que hay entre la homosexualidad, entre adultos y consentida, y el abuso de menores, a veces de muy corta edad que no solo no consienten, sino que, ni siquiera tienen la mínima madurez para consentir o dejar de hacerlo, ni para discernir si lo que están haciendo con ellos es bueno, malo o indiferente. Están tan indefensos como un cordero frente a los lobos, peor, pues el cordero tiene mas noción de lo que es un… Leer más »