Esteban Ibarra, en el centro de la imagen.

Ya se sabe que la muy lucrativa farsa montada por Esteban Ibarra en torno al negocio de la intolerancia consiste en focalizar determinados actos, sobre todo si son protagonizados por los que el farsante califica de extremistas de derecha, mientras ignora de forma sistemática la creciente y alarmante escalada de agresiones y asesinatos que cada año se registran en España y que son promovidos por personas vinculadas a la izquierda radical. De cómo este farsante utiliza una doble vara de medir ya nos hemos ocupado. No espere el lector que el embaucador contemple con la misma y estricta vara de medir al intelectual que vende libros proscritos por la élite mundialista que al imán radical que enardece a sus fieles con exaltadas proclamas en favor del yihadismo. Ni al que intolerablemente se declare patriota que al que asalte templos, blasfeme contra los católicos, agreda a un militar español en un bar de Alsasua o reivindique el sangriento legado de ETA. Que para estos encanallados apóstoles de la tolerancia hay casos y casos. Todo sea por la cuenta anual de resultados.

El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, condenó hoy que la extrema derecha europea esté exultante por el triunfo de Donald Trump en EEUU, que achaca al hecho de que “la intolerancia avanza”y a “la desmemoria enorme con las grandes tragedias” que tiene la ciudadanía mundial.

Ibarra dijo que la victoria de Trump confirma la existencia de “un ‘tsunami’ de intolerancia mundial” y advirtió de que “vamos a tener muchísimos episodios de xenofobia”, y que esa ola también tendrá “un reflejo en Europa muy significativo”.

El ex del FRAP pronosticó que “las distintas caras del autoritarismo político se van a proyectar en los próximos años”, con “grandes consecuencias en el ámbito de la convivencia”.

Esto, agregó, creará un caldo de cultivo si las organizaciones políticas y democráticas no revisan “lo que han hecho”. “Ha habido cierta relajación que ha posibilitado este planteamiento”, pues no se trata “sólo de un discurso”.

En su opinión también tienen responsabilidad en el triunfo de Trump quienes “han corrido un tupido velo” por “insolidaridad” a los más vulnerables. “Siempre encontramos posiciones dentro de los demócratas que minimizan el papel de la memoria y las víctimas. Las nuevas generaciones se han encontrado situaciones en las que ha predominado el egoísmo. Por eso los inmigrantes votan posiciones xenófobas, porque están dentro de la barca”, argumento que también extiende a las muchas votantes que ha tenido el presidente electo de EEUU “pese a sus discursos machistas”.