La desastrosa vida del buque de guerra de EE.UU. más caro: 3.780 millones de euros y dos averías en un mes
El buque de guerra estadounidense USS «Zumwalt», averiado el lunes por la noche al cruzar el Canal de Panamá, se encuentra en reparación en un puerto del Pacífico del servicio aeronaval panameño, informó hoy la embajada de EEUU en el país centroamericano.
El destructor, que se dirigía a San Diego, «tuvo contratiempos en sus sistemas de ingeniería y fue remolcado al muelle del puerto de Rodman», en la entrada pacífica de la ruta interoceánica, explicó la misión estadounidense en un comunicado. Su precio es de unos 4.000 millones de dólares (unos 3.780 millones de euros al cambio) y cuenta con una tecnología puntera.
El sistema eléctrico del USS «Zumwalt», precisó la embajada estadounidense, «cuenta con tecnología punta que permite producir hasta 78 megavatios de energía, mucho más que otras naves de su tipo».
«El cronograma de la embarcación permanecerá flexible para que se hagan pruebas y evaluaciones para garantizar el tránsito seguro de la embarcación hasta su destino final en San Diego», añadió en la nota el portavoz de la Tercera Flota, el comandante Ryan Perry.
Y no es la primera vez que sufre una avería. Hace un mes el USS Zumwalt ya registró otro percance: una vía de agua en el sistema del arranque del motor le dejó fuera de combate durante dos semanas hasta que el barco fue reparado. Su historial clínico es preocupante, teniendo en cuenta que el destructor fue entregado el pasado 15 de octubre.
Esta serie de averías refuerzan a los críticos de este megaproyecto militar que hay en la propia Navy, que desde un principio argumentaron que los enemigos no tendrán demasiados problemas para destruir el buque y que con el presupuesto destinado a su construcción se pudo haber renovado gran parte de la flota. Y es que el USS Zumwalt (DDG 1000) es la primera de las tres unidades de nueva generación previstas en un programa que supera los 20.000 millones de dólares. La idea inicial, no obstante, era fabricar 28 naves, cantidad que posteriormente bajó a siete y, finalmente, a sólo tres.
Que dicen los del octógono, que lo único que les ha fallado es la denominación del barquito. AUTODESTRUCTOR, era y la funsión tástica que tenía asignada.
Seguramente, los constructores son amiguetes de quienes adjudican el proyecto, y la mayor parte del presupuesto, va a parar (por la puerta giratoria) a quienes adjudican. Parece que éstos usanos, están aprendiendo del “sistema” español ¡copiones!
Desde que las fragatas ya no los fabricamos en los astilleros españoles la armada USA ya no es lo que era.
Palangana flotante lo llaman los rusos.