El gobierno de Venezuela militariza varias ciudades para evitar más saqueos
Las autoridades venezolanas enviaron el domingo efectivos del Ejército, la Guardia Nacional y de las fuerzas policiales a diversas localidades del estado sureño de Bolívar tras los violentos disturbios relacionados con la salida de circulación de los billetes de 100 bolívares y que dejaron unos 600 comercios saqueados.
Unos 400 comercios fueron saqueados entre el sábado y el domingo en Ciudad Bolívar, capital de estado Bolívar, y otros 220 locales también fueron saqueados en otras localidades aledañas, informó Fernando Cepeda, presidente de la mayor cámara de empresarios de ese estado.
Cepeda expresó que el mayor número de saqueos de supermercados, depósitos de alimentos y llantas, farmacias, licorerías, ferreterías y pequeños comercios ocurrió la víspera, y que los ataques a otros locales comerciales continuaron este domingo pero en menor medida.
Durante la noche del domingo, los cuerpos militares y policiales tomaron las calles de Ciudad Bolívar, que está a unos 500 kilómetros al sureste de Caracas, e iniciaron patrullajes por las calles de esa localidad, precisó el dirigente empresarial al relatar que desde su vivienda escuchó algunas detonaciones de armas de fuego y sonidos de sirenas de vehículos policiales.
“No quedaron sitios en pie para vender comida”, expresó Cepeda, y agregó que en las próximas horas esperan sostener reuniones con las autoridades para determinar las acciones que se tomarán para proveer alimentos a esa región del país.
Siete localidades de Bolívar fueron militarizadas entre el sábado y domingo, indicó el diputado opositor Américo de Grazia.
El presidente Nicolás Maduro atribuyó el domingo los hechos violentos a un “plan macabro” promovido por Estados Unidos, los partidos opositores locales y “mafias” para sacar del país los billetes de 100 bolívares, pero no aportó detalles.
Maduro dijo que más de 300 personas han sido detenidas, entre ellas miembros de los partidos opositores Primero Justicia y Voluntad Popular, por su participación en los disturbios.
El presidente extendió también hasta el 2 de enero el cierre de las fronteras con Colombia y Brasil, que inició a comienzos de la semana.