Los soldados aliados violaron a más de un millón de mujeres y niñas alemanas tras la II Guerra Mundial
Los crímenes cometidos por los soldados nazis durante la Segunda Guerra Mundial son conocidos ampliamente por la sociedad. Y es que, en su currículum tienen el infame privilegio de haber realizado desde crueles experimentos científicos en seres humanos, hasta asesinar a una ingente cantidad de personas en los campos de concentración. Sin embargo, lo que no suele aparecer en los libros de historia son los crímenes que los soldados aliados cometieron contra la población civil.
En un intento de luchar contra este olvido, la historiadora alemana Miriam Gebhardt ha publicado un libro (del que se ha hecho eco el «Daily Mail») en el que afirma que los soldados aliados violaron aproximadamente a un millón de mujeres y niñas al final de la contienda. En esta cruel estadística, la experta también incluye a las personas que sufrieron este tipo de abusos sexuales tras la caída de Berlín, lugar en el que el terror sembrado (especialmente) por las tropas del ejército soviético sería imborrable para la sociedad.
«Tras la guerra, por lo menos 860.000 mujeres y niñas fueron violadas por los soldados que ocuparon la región y por sus ayudantes. Sucedió en todas partes», explica en sus primeras líneas el libro de Gebhardt. A su vez, la investigadora afirma que, contrariamente a la idea que estaba extendida hasta hace bien poco, estas tropelías no fueron cometidas únicamente por soldados soviéticos (a quienes Stalin había solicitado hacer el mayor daño posible a Alemania en venganza por la invasión de la U.R.S.S.) sino también por estadounidenses y británicos.
Pero… ¿Por qué razón no han trascendido estos crímenes de guerra? Para responder a esta pregunta, Gebhardt recurre a la misma idea que ya explicó a ABC el escritor e investigador Alberto de Frutos hace unos meses: la vergüenza. Pero no la vergüenza por ser blanco de este perverso acto, sino porque los aliados se esforzaron en extender la idea de que Alemania y sus ciudadanos habían sido los culpables de la Segunda Guerra Mundial. Como tal, convencieron a las mujeres de que cualquier castigo que le fuera impuesto a la población era pequeño comparado con los asesinatos en masa de Adolf Hitler.
Sexo a cambio de una tableta de chocolate
El libro de Gebhardt, que lleva tras de sí un año de investigación, señala a su vez que –además de estas violaciones- las mujeres y niñas alemanas también accedieron a tener relaciones sexuales con los aliados a cambio de cualquier alimento que éstos pudieran ofrecer.
Y es que, en aquel tiempo las hambrunas entre la población alemana eran tan severas que no quedaba otro remedio. «Por entonces se solía decir que tuvieron que pasar seis años para que los estadounidenses vencieran a los soldados alemanes, pero tan solo un día y una tableta de chocolate para que conquistaran a las mujeres alemanas», determina la historiadora.
Finalmente, la investigadora también explica en su obra que, además del trauma de la violación, las mujeres alemanas dieron en los siguientes meses a luz a miles de niños. Todos ellos, frutos de las violaciones de los soldados aliados. «Sus padres eran, en su mayoría, desconocidos, y las mujeres no recibieron ningún tipo de ayuda financiera», añade la experta.
Hitler was RIGHT.
Y no digamos en Italia.
Entre Erenburg, Kaufman y otros hebreos más azuzando estos crímenes, han justificado de sobras el holocausto si es que existió.
El denominado Plan Kaufman es un panfleto anti alemán impreso entre 1940 y 1941 bajo el título “¡Alemania debe perecer!”. El mismo consiste en una serie de recomendaciones a seguir tras una hipotética victoria Aliada en la Segunda Guerra Mundial. Aboga por la esterilización forzada de casi toda la población alemana, su utilización como mano de obra esclava, el reparto del territorio alemán entre sus países vecinos y una serie de medidas para asegurar el genocidio de los alemanes y su desaparición como nación. Fue escrito por el periodista y consejero del gobierno estadounidense, el judío Theodore N. Kaufman, cuando… Leer más »
Las hordas rojas soviéticas tenían orden y permiso expreso de sus superiores de violar al mayor número de mujeres posibles. (niñas y niños también) Además del castigo brutal que supone semejante vejación en masa, se trataba obviamente de la vieja política de contaminar la raza enemiga con vistas a un futuro.
Según Carlos Canales y Miguel del Rey, creo recordar que el número pudo superar los dos millones. Hablamos de las hordas comunistas. Lo que hicieran por occidente los aliados es otra historia que con seguridad no será muy distinto de lo que cifra el artículo.
Les indigènes, grupo de la armada francesa compuesto por magrebies, violaran del sur de Italia hasta Alemania, sus violaciones fueron brutales pues incluyeron a hombres de cualquier edad, niños, niña, mujeres, ancianos, violaciones en grupo y torturas, una de sus victimas fue Gina Lollobridgida, todo eso lo sabían los mandos franceses y dijeron dejarlos o no los podremos controlar, ya eran así en 1944, por lo que a mi respeta no vale más un americano violador que un ruso o francés y sin embargo en Alemania hay mas bastardos de los aliados que de los soviéticos En esa guerra todos… Leer más »
Todo esto aparece en la película “Dos mujeres”:
http://www.detodoexpres.com/fotos/dos-mujeres-blu-ray-bd-r-la-ciociara-19483-1.jpg
La historia gira en torno a Cesira (Sophia Loren) y su hija Rosetta (Eleonora Brown) durante el avance de las tropas aliadas por la península italiana. Michele (Jean-Paul Belmondo), intelectual comunista con el que establecen relación, es capturado por los alemanes. En su intento por volver a Roma, refugiadas en una iglesia, madre e hija, son violadas por Goumiers de las tropas coloniales francesas durante las llamadas Marocchinate (violaciones en masa y matanzas cometidas en la Segunda Guerra Mundial tras la batalla de Montecassino por parte de los goumiers).
Las tropas rusas de asalto no eran el principal foco de violaciones, lo eran los grupos de soldados soviéticos traídos expresamente desde Mongolia. Aparecían a continuación de los soldados rusos de asalto y su misión era la de violar a toda mujer alemana que encontrasen.
Poco después esas mujeres buscaron desesperadas cualquier método para abortar, por lo que muchas murieron víctimas de abortos practicados con alambres o con disoluciones de jabón.
Es por estos soldados traídos desde Mongolia, que en la Alemania actual sea relativamente común encontrar rasgos asiáticos.