Temen e insultan a Donald Trump pero se ríen de Rajoy
Conviene recordar, que tras la absolución de Rita Maestre y la lenidad con Guillermo Zapata -en contraste con la condena de los jóvenes que entraron en el Club Blanquerna con banderas de España-, los perroflautas podemitas y toda esta patulea infecta de separatistas antiespañoles, se muestran más fuertes y actúan con total impunidad.
La localidad es lo de menos. A ellos les da igual donde tenga lugar el apaleamiento de una mujer o de un hombre, indefensos. Saben que no les va a suceder absolutamente nada. Si un perroflauta ve a alguien con una bandera española, se lo comunica a los demás a través de WhatsApp, para que acudan al lugar en cuadrilla a propinarle una soberana paliza. Hagamos memoria:
Un caso tuvo lugar en Barcelona; un padre de familia acompañado de sus dos hijos de muy corta edad, fue frutalmente apaleado delante de los menores por exhibir ambos la camiseta de la selección española de fútbol.
Otro día, se lanzaron contra un legionario en el metro de la ciudad Condal por exhibir la bandera nacional española.
Posteriormente, fueron agredidas por esta chusma, también en Barcelona, dos chicas que reivindicaban la presencia de la selección española de fútbol en Cataluña.
Ahora, ha tenido lugar en Murcia, donde de madrugada, un grupo de podemitas le han propinado una paliza a una joven en la zona de copas de Santa Eulalia, por exhibir una pulsera con la bandera de España.
Ya no es necesario que suceda en Alsasua, Vich o Barcelona, feudos tomados literalmente por los separatistas antiespañoles. La turba se ha hecho fuerte en cualquier parte porque no tienen enfrente un gobierno firme con unas leyes duras, y con una justicia independiente.
¿Tienen motivos para temer a Donald Trump? Claro que sí, porque con un jefe de gobierno en España de la talla del recién elegido presidente estadounidense, les puedo asegurar que toda esta chusma que asalta capillas católicas en nombre del feminismo; que se ríe de las víctimas del terrorismo y que apalea a personas inocentes e indefensas con total impunidad por invocar la unidad de su patria, esa chusma repito, tendría los días contados para cometer sus tropelías.
Los políticos y los jueces con Rajoy a la cabeza, principales culpables de lo que está sucediendo en España, no deberían permitir ni un día más, que a esta gentuza les salga gratis intentar matar a un ciudadano español por el simple hecho de sentirse orgulloso de serlo. No les puede seguir saliendo gratis convertir un momento cualquiera en un escenario de terror, porque les sale a ellos de los cojones.
Mientras el Partido Popular siga jugando a “socialistas de nuevo cuño”, y las leyes del Código Penal no se apliquen de un modo riguroso, estos terroristas, auspiciados por la cobarde superioridad numérica, por una amplia connivencia social, y por la complacencia de los medios de comunicación, machacarán sin piedad la integridad física y psicológica de cualquier ciudadano, hombre o mujer, que no profese sus violentos postulados.
Resulta indignante a la vez que incomprensible, que después del ataque de medio centenar de proetarras contra dos guardias civiles y sus respectivas parejas en Alsasua, se permitan manifestaciones a favor de los terroristas, como si los que tuviesen que rendir cuentas ante un Tribunal fuesen los apaleados.
Toda esta canalla cobarde, que necesitan reunirse de diez en diez para atacar a mujeres indefensas, y por centenares para golpear a un hombre, mostrando su odio a España y a todo lo español, abandonan la sede judicial después de ser detenidos con la cara tapada, y jaleados por aquellos a los que no les dio tiempo para acudir al linchamiento.
Se ríen de Rajoy, del Partido Popular y de sus “nuevos socialistas”; se burlan del sistema; se mofan de la Justicia; y se descojonan de las más altas magistraturas del Estado en un intento ruin de convertir a las víctimas en verdugos, y seguir atacando con total impunidad a todo español cuyo único crimen sea amar a su Patria.
Los medios de comunicación, controlados principalmente por el gobierno, y que ahora se levantan en oleadas de improperios contra Donald Trump porque barruntan que se les acaba el momio, se refieren a estos hechos de violencia perroflautica contra todo lo español como casos aislados, que no deberían perturbar nuestro sistema de libertades. Lamentable definición para la brutal paliza que una cuadrilla de hijos de puta, son capaces de propinar a cualquiera que se atreva a invocar la palabra España.
Si el origen de la democracia fuese la libertad real, y esa libertad originase derechos, por encima de todos los derechos y de todas las libertades debería primar el ser y sentirse español. Pero desde el momento que nuestros representantes políticos se niegan a erradicar la violencia antiespañola en las calles, y con su apoyo o cobardía alientan o promocionan esa violencia ultraizquierdista, debemos decir alto y claro, hasta que se convierta en un clamor que llegue como un eco a lo más recóndito de nuestra geografía, que esta democracia es una auténtica farsa al servicio del separatismo, de los profesionales de la política, y de sus medios de comunicación.