Los pacientes con fibrilación auricular y diabéticos insulinodependientes tienen más riesgo de ictus
Gema Villarrubia.– Los pacientes con fibrilación auricular (FA) y diabéticos insulinodependientes tienen mayor riesgo de sufrir un ictus o un embolismo sistémico que aquellos pacientes diabéticos que no necesitan insulina o los que no son diabéticos, según un nuevo análisis del registro PREFER en AF presentado por Daiichi Sankyo. Mientras la diabetes es conocida como un factor de riesgo para los eventos tromboembólicos, este nuevo estudio aporta nuevas evidencias sobre el papel de la insulina en el contexto clínico. 1 Los datos publicados hoy en el Journal of the American College of Cardiology están basados en un subanálisis del registro PREFER en AF, que fue realizado para proporcionar información sobre el manejo de la FA en Europa tras la llegada de los anticoagulantes orales directos (ACOD)2. Es el primer estudio de este tipo realizado para cuantificar de forma independiente las tasas anuales de eventos tromboembólicos relacionados con la FA en pacientes con diabetes según el tratamiento con insulina que siguen.1
De 1.288 pacientes diabéticos con FA que se incluyeron en el registro PREFER en AF, aquellos que requerían un tratamiento con insulina tenían un riesgo de ictus o embolismo sistémico 2,5 veces mayor al año que los no insulinodependientes (5,2 por 100 pacientes/año vs. 1.8 por 100 pacientes/año; HR 2.96: 1.49 a 5.87; p = 0.0019) y que los no diabéticos (5,2 por 100 pacientes/año vs. 1.9 por 100 pacientes/año; HR: 2.89; 95% CI: 1.67 a 5.02; p = 0.0002). Estos resultados fueron independientes de las comorbilidades y el tipo de tratamiento anticoagulante utilizado. Destaca que las tasas de ictus o embolismo sistémico no difieren entre los pacientes diabéticos que no siguen tratamiento con insulina y los no diabéticos (HR: 0.97; 0.58 a 1.61; p = 0.90), lo que sugiere que la diabetes que requiere insulina podría incrementar el riesgo tromboembólico en las personas con fibrilación auricular.1
“En este análisis del registro PREFER en AF, la presencia única de la diabetes no implica un aumento en el riesgo tromboembólico en los pacientes con FA, sino que es la diabetes que requiere un tratamiento con insulina la que parece ser un factor independiente que afecta a la aparición de ictus o embolismo sistémico relacionada con la FA”, explica el doctor Giuseppe Patti, del Departamento de Ciencia Cardiovascular de la Universidad Campus Bio-Médico de Roma (Italia). “Esto podría tener implicaciones significativas en la práctica clínica, por lo que son necesarios estudios adicionales para fundamentar estos hallazgos”, añade.
Un 22,4% (n=288) de los pacientes diabéticos incluidos en el registro PREFER en AF eran insulinodependientes y solo un 1,5% (n=18) tenían diabetes tipo 1. En la población general, la incidencia de ictus o embolismo sistémico al año fue de un 2,0 por cada 100 pacientes / año.1
El papel predictivo selectivo de la diabetes que requiere insulina fue independiente de los posibles factores de confusión, incluida la duración de la diabetes, y se mantuvo en varias subpoblaciones, incluido el subgrupo que recibía terapia anticoagulante. Este subanálisis también ha demostrado que no hay relación entre la dosis de insulina y la ocurrencia de los eventos tromboembólicos (HR: 1.00; 95% CI: 0.98 a 1.02; p = 0.94). Existe, sin embargo, un riesgo significativamente mayor de ictus o embolismo sistémico en pacientes con al menos una complicación microvascular de la diabetes (retinopatía, neuropatía o nefropatía) (HR: 9.27; 95% CI: 2.07 a 41.41; p = 0.0036).1
“Estos resultados proporcionan información importante sobre los riesgos asociados con la terapia de insulina y tienen implicaciones potenciales para la evaluación del riesgo tromboembólico en esta población de pacientes”, indica el también autor del estudio Raffaele De Caterina, de la División de Cardiología de la Universidad “G. d’Annunzio” en Chieti (Italia). “Es importante identificar a los pacientes con fibrilación auricular y diabéticos con tratamiento de insulina para asegurarnos de que reciban el tratamiento anticoagulante más adecuado para mitigar este riesgo adicional”, finaliza.