Mujer juez, mujer florero
Las juezas del caso Nóos, independientes, profesionales e iguales a sus colegas masculinos, absuelven a la infanta Cristina y a la esposa de Diego Torres que firmaron documentos de los que eran responsables (la infanta era Presidenta de Aizoon) y se excusan en su ignorancia de lo que firman confirmando que, ser mujer, esposa de hombre y tonta por firmar lo que le pone delante su marido, justifica que sean consideradas como inferiores por razón de sexo. Si lo piensan bien, las propias magistradas están diciendo de sí mismas con esta sentencia que, por ser mujeres, son menos juezas que los jueces hombres.
Al diablo con el feminismo social al que desmiente en sus reivindicaciones clásicas desde el inicio mismo del movimiento. Juezas mujeres sentencian que ser mujer en un puesto de responsabilidad en igualdad con los hombres es ser florero de éstos. Menudo mensaje
Así que, tirando de ironía, me permito dar un consejo útil a todas las mujeres. Olvídense de su libertad, su independencia y su igualdad con los hombres. Es mejor seguir a la vera de uno de ellos para que así, cuando lleguen los tiempos difíciles, puedan lavarse las manos de toda culpa que les pueda caer. Es cómodo, sencillo y práctico. A cambio hay que aguantar unos cuantos chascarrillos machistas. Si vuestro orgullo no queda herido, sale a cuenta.
Siempre da usted en el centro de la diana en sus escritos. Felicidades y que no decaiga.
Siga así porque hace mucha falta gente como usted.
Gracias a usted, Quique. Aprecio sus palabras y lo estimulo a que también participe con su opinión: La verdadera democracia se construye aportando ideas. Aunque a veces pensemos diferente, las personas aprendemos a escuchar las opiniones contrapuestas en los foros de discusión y así formamos nuestro propio criterio. Es la base de la sabiduría, un camino asombroso que nunca acabamos de recorrer
La conclusión al planteamiento no es correcta. El texto no dice que no entendiera la infanta lo que firmaba sino que lo desconocía, que no es lo mismo. La firma pudo deberse a la supuesta confianza entre esposos. Cabe aplicar el mismo supuesto a un hombre, engañado por su esposa, o entre hermanos.
En efecto, la estrategia de la infanta ha sido contestar, en todo momento, “no lo sé”, “no me acuerdo”, “yo no fuí”. Al ser una persona inteligente no podía argumentar falta de entendimiento porque los jueces se la hubieran comido con patatas, así que alegó ignorancia. Pero si usted, Pincho Ponche, firma un documento con medidas abusivas, pongamos el caso de las cláusulas suelo por ejemplo, se supone que sabía lo que firmaba aunque no lo hubiera leído, y por eso los bancos se las han cobrado durante años. Hasta que el tribunal no los condenara por abuso no iban… Leer más »
Buena ironía, pero el sabio Refranero Español , tiene uno a propósito para estos casos: Dame pan, y dime tonto… o tonta. Ellas, conservan su puesto y prebendas, los demás, seguimos pagando la fiesta.