No importa la edad
La creatividad de las personas no depende de los años cumplidos. Estoy convencido de que la creatividad es una capacidad que se puede desarrollar y aumentar a lo largo de la vida.Y la clave para potenciarla y ponerla en práctica es la constancia y la dedicación.
Estamos viviendo en una sociedad en que parece que hay que ser eternamente joven o, al menos parecerlo o aparentarlo. Y no tiene que ser así. Con todo el respeto que se merece la infancia y la juventud también merecen consideración la madurez y la vejez. Puesto que aportan infinidad de cosas positivas. Trabajar la creatividad es un requisito para que se produzcan resultados concretos.
Según la investigación científica ya realizada se ha demostrado que con ambientes estimulantes se forman nuevas ramificaciones dendríticas y que se activa una mayor producción de acetilcolina un neurotransmisor o mensajero químico del cerebro que está implicado en la memoria y el pensamiento.
La creatividad es posible a cualquier edad. Lo que supone una nueva realidad. La sociedad digital actual parece que no tiene en cuenta suficientemente a las personas mayores. Y todos llegaremos a serlo, si no morimos antes. Está bien que se apoye a las nuevas generaciones, pero sin infravalorar lo que pueden aportar los sujetos maduros y los viejos. Hasta que termina la vida todo es posible y esto conviene no olvidarlo. Las grandes mentes de científicos, filósofos, inventores, etc., permanecieron activas, en general, hasta su fallecimiento.
Es verdad que existe la denominada brecha digital que es debida a varios factores, pero no es algo absolutamente insalvable. En encuestas y estadísticas, a veces, parece que los que superan los 55 años es como si no contaran o existieran y, en realidad, son una franja de población que irá en aumento con el incremento de la esperanza de vida.
En el futuro próximo la longevidad va a aumentar considerablemente con los grandes avances de la medicina, de la biotecnología y será más frecuente que muchas personas sean nonagenarias o centenarias. Incluso entre los 60 y los 90 años también se puede ser una persona activa y creativa en numerosos casos. La cuestión de la edad es algo cada vez más relativo y depende de las características físicas de cada individuo. La experiencia es un valor importantísimo y los mayores poseen una gran cantidad acumulada. Y con el aprendizaje continuo el potencial de las personas aumenta.
La sociedad de la era digital no puede dejar a un lado a la gente mayor, porque todos los sujetos son valiosos por existir y por formar parte de la estructura social. Cada uno colabora con lo que sabe y con las habilidades y el talento que ha cultivado y desarrollado durante su existencia. Los talentos pueden ejercerse a cualquier edad. Y está muy bien que sea así. En la sociedad del conocimiento todo acto creativo, toda creación debe ser apoyada y celebrada, aunque provenga de personas mayores. La genialidad, la originalidad, el talento expresivo y artístico, el arte de escribir o pintar, etc., son esenciales y extraordinariamente positivos para todos. La creación de cultura es primordial y también lo es la labor de los científicos independientemente de la edad.