Wilders y los sionistas o la fábula de la rana y el escorpión
BD (Reproducido).- Personalmente he celebrado en distintas oportunidades los avances del partido de Wilders en aquello que suponía un progreso en la lucha contra la islamización de su país, y por ende de Europa en su conjunto. Pero no por ello hemos dejado de señalar las fallas en su orientación prosionista, lo que supone poner a su partido y al movimiento que lidera en su país (y con el que muchos europeos se sienten identificados) al servicio de unos grupos que no buscan otra cosa que la defensa de sus propios intereses, que no son obviamente los de los pueblos europeos.
Hemos visto demasiadas veces a Wilders con kipá (birrete judío) y lo hemos oído otras tantas declamando su adhesión al sionismo y su amor por Israel. Cada uno es dueño de sus simpatías, pero estas adquieren cierta transcendencia cuando implican a un proyecto político con vocación de gobierno.
A pesar de eso, hemos deseado la victoria de su partido, el reconocimiento de su lucha y el triunfo de la libertad de expresión que se le ha intentado cohartar en diversas ocasiones. Hemos celebrado su valentía de hablar claro y decir lo justo en medio del silencio culpable de tantos corderos y nos hemos alegrado de que se le haya hecho justicia al ser absuelto de los delitos que la tiranía europea actual le imputaba.
Pero no podemos pasar por alto o silenciar el hecho de que ha dejado fuera de toda duda que le debe obediencia y homenaje a sus “aliados” sionistas, que sin duda son algo más que eso. Wilders se ha opuesto a la ilegalización del sacrificio ritual judío y musulmán en Holanda.
El no querer contrariar a sus “aliados” judíos le ha llevado a favorecer a los musulmanes, aun al precio de una grave incoherencia y sin duda tapándose la nariz. Todo sea por no indisponerse con quienes lo apoyan, lo financian y le garantizan un escudo eficiente contra todo intento de estigmatización antisemita. Wilders nos ha salido rana. Sólo le falta el pinchazo mortifero del aguijón del escorpión que lleva a sus espaldas. (Creo que la fábula de la rana y el escorpìón es de sobra conocida como para tener que reproducirl aquí).
Ese expresado amor por Israel, ese cariño repetidamente mostrado por los judíos no ha sido correspondido nunca por los judíos de su país: Wilders nunca ha obtenido más del 5% del voto judío holandés. La mayoría de los judíos holandeses siguen votando a los partidos que han propiciado la colonización musulmana y la islamización del país de los molinos y los tulipanes.
Wilders sirve al proyecto sionista Judío. Por sus acciones, pero sobre todo por sus omisiones, lo vemos. Los Judíos saben que lo más profundo de la genética europea tarde o temprano se resiste y rebela. ¡Qué mejor que crear partidos de “oposición” de disidencia controlada! Así todo queda en casa. Los Judíos simpre juegan con todas las cartas. Hay que reconocer su astucia. Pero ya no son el poder en las sombras. Cada vez hay más gente que saben que son ellos quienes mueven los hilos de Occidente desde que se apropiaron de la Reserva Federal a principios del siglo… Leer más »
Este igual que el Artur Mas……
“Dime con quién andas y te diré quien eres”
Además de sionista , acepta toda la basura del marxismo cultural.