Austria se plantea salir del acuerdo de la Unión Europea para la reubicación de refugiados
El ministro austríaco de Defensa, Hans-Peter Doskozil, ha propuesto este lunes la salida de su país del acuerdo de reubicación de refugiados aprobado por la Unión Europea, ya que, a su juicio, Austria ha acogido ya a suficientes demandantes de asilo: «Creo que Austria ya hizo una contribución humanitaria suficiente», ha apuntado el responsable socialdemócrata, que planteará la idea hoy en el Consejo de Ministros, según recoge la radio pública ORF.
La idea fue respaldada de inmediato por el ministro del Interior, el conservador Wolfgang Sobotka, que ha participado hoy en Bruselas en una reunión de titulares europeos de Interior.En Austria gobierna en la actualidad una gran coalición de socialdemócratas y conservadores.
Dentro del acuerdo de reubicación de refugiados, Austria debe hacerse cargo de 1.491 solicitantes de asilo llegados a Grecia y de otros 462 llegados a Italia. La UE decidió en 2015 reubicar a 160.000 demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia en otros países del bloque.
Austria se disponía a acoger el primer contingente de refugiados dentro de su cuota, 50 menores no acompañados procedentes de Italia, después de que la UE le pidiera en repetidas ocasiones que comenzara a cumplir con lo pactado.
Moratoria comunitaria
La UE había concedido a Austria una moratoria en la aplicación del programa de reubicación durante unos meses porque Viena había argumentado que no tenía alojamientos libres para más solicitantes de asilo.
La república alpina aceptó en 2015 a alrededor de 90.000 demandantes de asilo y a otros 30.000 en 2016, por lo que Doskozil ha considerado que su país es, en proporción a su población de 8,5 millones de habitantes, uno de los que más solidaridad ha mostrado.
Austria debería salirse de ese acuerdo ya que es «uno de los países que más carga ha asumido», ha sostenido el ministro, que confió en lograr ya un acuerdo al respecto mañana en el Consejo de Ministros.
El Gobierno de Viena ha tenido inicialmente una política de puertas abiertas en 2015 a la llegada de solicitantes de asilo, pero fue paulatinamente endureciendo su posición, con nuevas leyes que dificultan la concesión de asilo y aceleran las deportaciones.
Socialdemócratas y conservadores vienen pugnando en los últimos meses en ofrecer medidas de mano durafrente a la inmigración en un momento en el que el identitario Partido Liberal (FPÖ) lidera las encuestas de intención de voto con alrededor del 30% de los apoyos.