Una fábrica de Coca-Cola en el norte de Irlanda ha pedido a la Policía que investigue la aparición de heces humanas en una partida de latas durante la semana pasada. Los excrementos fueron hallados tras obstruir las máquinas de rellenado de la bebida.

Rápidamente, la propia compañía dio la voz de alerta para tratar de averiguar qué ha pasado y ha incautado todas las partidas afectadas, por lo que aseguran que los excrementos no han llegado a afectar a ninguno de los productos que han salido a la venta, según publica el diario The Guardian.

La Policía irlandesa ha informado de que ya están investigando el incidente en la planta de Lisburn, aunque por el momento no se han podido desvelar ninguna hipótesis de las que se barajan.

Por su parte, Coca-Cola ha asegurado que la empresa se toma con mucha seriedad la calidad de sus productos y recuerda que fueron sus controles de calidad los que descubrieron inmediatamente el problema. “Estamos tratando este asunto y estamos llevando a cabo una investigación cooperando con la Policía”, ha concluido el portavoz de la multinacional.