La justificación de un cura en Mieres (Asturias) por su excesiva tasa de alcoholemia: “Es la sangre de Cristo”
Un cura detenido por la Guardia Civil de Mieres (Asturias) para un control rutinario de alcoholemia resultó tener una tasa de alcohol permita triplicada.
Pero el párroco alegó que como se trataba de domingo de Resurrección ya había oficiado misa en tres de sus cuatro parroquias rurales y que no había bebido alcohol sino que se trataba de la “sangre de Cristo”.
Aunque los agentes de la Guardia Civil se echaron a reír, consultaron con sus superiores qué podían hacer con el cura. Los guardias hicieron bajar al sacerdote de su vehículo para que pudiera tomar aire y se despejara.
Tras media hora de espera y luego de comprobar que lo que decía el cura era verdad, la Guardia Civil dejó marchar al sacerdote sin imponerle ninguna sanción para que pudiera oficiar su última misa del día. “No tenemos el derecho moral de sancionar al cura, el vino que tomó está consagrado y por lo tanto no puede tomarse como alcohol normal” declaró uno de los guardias.
Aun así los oficiales del tráfico recomendaron al párroco que, al menos los días en que tuviera más de una misa, intentara oficiar con vino sin alcohol como sangre de Cristo porque en otra ocasión no podrían hacerse los de la vista gorda otra vez.
Alucinante la actitud tanto del sacerdote, como del guardia civil. Me entristece la noticia.
No sé por qué te entristece. El sacerdote le explicó el porqué y el G.C. actuó muy coherentemente; le hizo la prueba y después esperó un tiempo hasta que corroboró que estaba bien. Que prefieres ¿que actúen como la h.p. de la Carmena y demás perroflautas que nos gobiernan, sacandonos la pasta a multas? Eso es el socialismo, joder al pueblo, y asfixiarle a impuestos para que ellos vivan bien
Hombre, si tiene que decir varias misas como sucede con los párrocos volantes… `pero con mojar los labios supongo que bastaría para consagrar.
Ojo, que en el norte de España hay muchos sacerdotes que asisten a varias parroquias. Lo de este pater no es nuevo
Menos mal que queda alguno que conoce y respeta nuestras costumbres católicas.