Por Laureano Benítez Grande-Caballero.- En las escasas ocasiones en las que los medios de comunicación informan de una nueva matanza de cristianos en algún lugar del mundo, siempre me da por tener el mismo sueño: que, al igual que pusieron una vela a Aylán, el niño muerto en las costas de Turquía, la horda podemita pone velas a los mártires cristianos en las escalinatas del Congreso.

Sí, yo también «had a dream» ?como Martin Luther King?, soñando que el fuego que los ultraizquierdosos dedican a los católicos no es el de las piras incendiarias con las que tanto desearían achicharrar iglesias y creyentes, sino el humilde fuego de unas velas con las que homenajean a las incontables víctimas del holocausto que sufren los católicos de tantos países, sin que nadie ?Vaticano incluido? lleve luto por ellos.

También soñé ?«had a dream»? que las bancadas podemitas organizaban otro de sus numeritos en el Congreso, pero esta vez exhibiendo camisetas y carteles que decían «Derechos Humanos para los cristianos», y no sólo para los inmigrantes ilegales amotinados en los Centros de Internamiento para Extranjeros, o para los Bódalos y Alfonsitos de turno.

Y, ahora que están de moda los autobuses de guerra, «had a dream» que los rojiprogres sacaban un autobús con los rostros de algunos de los mártires masacrados en los innumerables progroms contra los cristianos que se suceden a diario en el mundo.

Detalle de una pancarta con la leyenda “Refugees Welcome” -“Refugiados, bienvenidos”, colocada en la fachada del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid.

Pero el «had a dream» más delirante que generalmente tengo es que el Ayuntamiento de Madrid, después de una eternidad, quita de su fachada el escandaloso cartel de «refugees welcome», santo y seña del aquelarre de okupas que mancilla la sede del Concejo que desgobierna nuestra capital ?hace un tiempo inicié una campaña de firmas para exigir a la corporación podemita que lo quitara de una vez, pero sólo conseguí 1500 firmas. Bondad graciosa, cuando una campaña para salvar a la vaca Carmen consiguió 70.000 firmas en un solo día?.

Y también en Barcelona cuecen habas los podemitas anticatólicos, con la Hada Colau madrina de los refugiados del mundo mundial, pero, eso sí, que no sean católicos. Resulta que la corporación barcelonesa aprobó una moción para que se dé preferencia a los refugiados de género que sean perseguidos a causa de la homofobia, pero se negó rotundamente a incluir en esa preferencia a los cristianos masacrados, como lo pedía un concejal del PP, calificando esa petición como una discriminación gravísima que atenta contra los derechos humanos.

Pretenden presumir de solidaridad gandhiana, de misericordia roja, de mesianismo redentordista de los desfavorecidos, mas su verdadera intención es introducir en nuestra patria ?el país más amenazado del mundo por el terrorismo yihadista por aquello de que el califato del DAESH quiere recuperar Al-Andalus? una quintacolumna musulmana que haga desde dentro una labor de destrucción de la civilización cristiana, su verdadero objetivo como movimiento político, islamizándonos con el fin de poner España apunto para la religión universal del Nuevo Orden Mundial, cuyo principal enemigo es la Iglesia Católica.

Un cartel anuncia “Bienvenidos Refugiados” desde la fachada del ayuntamiento de Barcelona, el 18 de marzo de 2016, días después de que la alcaldesa Ada Colau firmara un acuerdo de cooperación con sus homólogos de Lampedusa y Lesbos

También por eso quieren cerrar los Centros de Internamiento para Extranjeros ?CIES?, y quitar las vallas de Ceuta y Melilla, promocionando así una invasión de ilegales a los que pretenden dar papeles de inmediato, concediéndoles trabajos, sin importarles un ardite el atroz paro del 19% que sufrimos en España; favoreciéndoles en la concesión de pisos, que deberían ser preferentemente para los desahuciados que dicen defender; dándoles igualmente preferencia en la concesión de ayudas sociales, que en buena lógica deberían ser para los ejércitos de hambrientos que?según afirman ellos? se arrastran por nuestras calles. Todo este Jauja sería ?claro está? a costa de subirnos los impuestos.

Siempre me ha resultado sospechoso que el mayor porcentaje ?hasta el 75%? de estos «refugees» está formado por jóvenes en edad de trabajar y de guerrear por sus países, de los que desertan en marcha dejándolos a merced del DAESH, lo cual me hace sospechar que tanto «welcomeo» en su honor se debe a que los empresarios europeos buscan mano de obra barata con la que sustituir a la autóctona. Desde luego, no es fácil ver en esas riadas de refugiados a la población más vulnerable: mujeres, niños y ancianos.

«Refugees» con los que el Nuevo Orden Mundial busca islamizar el continente europeo, a la vez que introducir en él una especie «invasiva» que poco a poco vaya sustituyendo a la población blanca, y de paso crear en Europa una psicosis de atentados terroristas que suma a sus poblaciones en la inseguridad y el miedo, los cuales nos llevarán a los europeos a entregar nuestras libertades y derechos a futuros gobiernos despóticos, antesala del dictatorial Guerra Mundial que nos aguarda en el horizonte. De sobra saben los jerarcas globalistas que los ciudadanos sólo ceden su libertad a cambio de seguridad.

Inmigrantes descansan en el CIE de Tenerife

La invasión de los refugiados es una gigantesca obra de ingeniería social iniciada con las «primaveras» revolucionarias que el NOM organizó en los países musulmanes ribereños del Mediterráneo, con el fin de acabar con los gobiernos que controlaban el yihadismo, dejando así el terreno libre a las mesnadas del DAESH, a las cuales crearon, organizaron y armaron.
El horizonte final de esta conspiración consistía en organizar una masiva invasión de refugiados contra Europa, provocando un multiculturalismo arrollador y buenista que diluyera las raíces cristianas de Europa.

Ésta es la razón por la que en Europa ?Vaticano incluido? nadie se ocupa de los refugiados cristianos, y por la que «had a dream: soñé que las catervas del rojerío guardaban un minuto de silencio por los mártires cristianos; que en el Vaticano se acogía a algún refugiado cristiano, en vez de a tantos musulmanes; que los medios de comunicación denunciaban las masacres de cristianos; que en la fachada del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, en vez de banderas gays y banderas de los pueblos indígenas, ondeaba la bandera de España a media asta con un crespón negro ?«o llevarás luto por mí»? en memoria de tantas víctimas cristianas, con un lema que decía: «Christians, welcome».

Sí, “I had a dream”…