Bombonas de butano en un camión de reparto.

Los ocho millones de hogares que aún utilizan el tradicional gas butano para cocinar o calentarse verán cómo desde este martes el precio de la bombona sube otro 5% hasta situarse en un máximo de 14,18 euros la unidad -impuestos incluidos-. De esta forma, en lo que va de año se ha encarecido un 15%, tras registrar ese mismo incremento del 5% en enero y también en marzo. Pero no solo eso: ya van cinco alzas consecutivos.

Fuentes del sector explican que esta subida, que es la máxima permitida por el actual sistema de revisión de precios, se debe al encarecimiento de la materia prima y argumentan que aún así no es suficiente para cubrir todos los costes de comercialización de los operadores. Por tanto, todo apunta a que seguirá al alza, puesto que ya han avisado de que seguirá existiendo un déficit de ingresos que se tendrá en cuenta a la hora de revisar el precio en los siguientes bimestres.

Cinco alzas consecutivos

El butano acumula cinco revisiones bimestrales al alza con respecto al nivel fijado por el Gobierno en julio de 2016, cuando costaba 11,25 euros. Entonces, la bombona tocó suelo tras una serie de caídas que la habían abaratado un 35% desde los niveles máximos que se alcanzaron en marzo de 2015, cuando se llegó a pagar a 17,5 euros. Por tanto, en la actualidad aún está 3,3 euros más barata que entonces, un 19% menos.

El nuevo incremento de precios, realizado conforme a un mecanismo de revisión automática, es el cuarto que afronta el nuevo Gobierno. La revisión la fija el Ministerio de Energía, pero depende de la cotización de la materia prima en los mercados internacionales, de los fletes y de la variación del tipo de cambio. El precio regulado afecta a las bombonas de butano que más comúnmente utilizan los hogares, envases con carga igual o superior a 8 kilogramos e inferior a 20 kilos, cuya tara sea superior a 9 kilo.