¿A quién le interesa que las universidades españolas sean centros de borrachos y porreros?
“Conciertos rave”, “fiestas de san canuto”, “macrobotellones”, ¿qué más da? Todo vale para ponerse ciegos de alcohol y de porros sin temor a la presencia policial dentro del Campus Universitario. Esto es algo tan habitual en la Universidad como en la calle, con la única diferencia de que en la calle, el porrero puede ser denunciado por la Policía, mientras que dentro del recinto universitario es literalmente intocable.
Hay mucha gente que se pregunta, ¿el universitario que se emborracha y fuma porros en lugar de estudiar, es una víctima? Por supuesto que no. Las víctimas en todo caso serán sus padres, y no todos, que están siendo engañados por sus hijos sin ningún tipo de remordimiento. Mientras el chico se coloca, “sus viejos” –como acostumbran a decir ellos-, andan haciendo milagros para procurarle una buena formación al chaval, ignorando que aquel se dedica a ponerse de marihuana hasta las orejas sin importarle lo más mínimo el sacrificio que estén haciendo sus progenitores. Y lo curioso del caso es que se emporran y emborrachan a propósito, a sabiendas, no por falta de información. Tampoco lo hacen por residir en este o aquel barrio, o ser de esta o aquella familia, lo hacen sencillamente porque quieren, porque les sale de los mismísimos. Punto.
Esta es la España de nuestro tiempo; la España de la democracia, de las libertades y del consenso. Apenas encuentras un espacio en la vía pública donde no haya alguien fumando porros. Bueno si, encontrar si encuentras, porque a Dios gracias, todavía tenemos miles de jóvenes y menos jóvenes que los fines de semana no se dedican a beber y drogarse, sobre todo de noche para dormir durante el día. Son gente sana con objetivos claros, bien educada, con una sólida formación y solidaria. Personas de ambos sexos que se dedican a estudiar o trabajar, o ambas cosas a la vez, y que te los cruzas practicando deporte a primera hora de la mañana de un sábado o un domingo, porque por lógica han dormido en su casa durante la noche para aprovechar y disfrutar del sol durante el fin de semana de una manera saludable junto a sus hijos, amigos, o familia.
Esto es lo que hay que premiar y promocionar en España en lugar de tolerar las movidas nocturnas de alcohol, los porros y otras drogas. Movidas nocturnas para después dormir quince horas de luz solar, mientras sus padres, que han estado en vela toda la noche esperando su llegada, solo ejercen de criados del maltrecho, borracho y drogado noctámbulo, candidato a segarle la vida a un ciclista en la carretera cuando vuelve al amanecer, o a dejarse la suya por conducir bajo los efectos del alcohol y de las drogas.
Se han habituado a la vida fácil: comer, emborracharse, fumar porros y dormir. Eso sí, no se pierden una fiesta, un botellón, o incluso una convocatoria de movilización política donde creerse protagonistas insultando y agrediendo a la Policía ¿Estudiar?, poco o más bien nada. Eso sí, todos ellos muy adoctrinados aspiran a ser premiados con un puesto en cualquier chiringuito de las tres administraciones públicas, cuando sus colegas se hayan hecho con el poder.
Insisto, hay honrosas excepciones que confirman la regla y esto quiero resaltarlo, pero, si como dice la web de empleo y formación: “jobatus.es”, el consumo de marihuana se ha disparado entre los jóvenes universitarios españoles, y un 37,6% de los encuestados entre 18 y 25 años asegura haber probado el cannabis alguna vez en su vida, mientras que el 28,1% afirma tomarlo habitualmente sin que nadie haga nada para corregir su conducta, díganme, ¿a quién le interesa que las Universidades españolas sean centros de borrachos y porreros?
A mí personalmente, me importa una higa lo que puedan decir los cuatro degenerados que solo saben vivir de la política y que abogan por la legalización de las drogas. Lo que me preocupa es la repercusión que ese mensaje suicida difundido por los medios informativos, tiene en la juventud española. Por lo tanto, me inquieta sobremanera el futuro de España. Por eso hago un llamamiento a esos ciudadanos honestos y trabajadores; a esos jóvenes de cualquier estrato social que se atreven a pensar por sí mismos y que tienen claro que las drogas y el alcohol anulan totalmente al ser humano privándole de su libertad, y les animo a que no se dejen embaucar ni engañar. El sentido común no puede ser sustituido por la bravata de cualquier impresentable por muy demócrata que se autodenomine, y por el simple hecho de haber sido elegido en las urnas por una masa amorfa en virtud de un sistema que permite que la mayoría determine que dos más dos son cinco.
La marihuana no es algo inofensivo como nos quieren hacer creer. Como ya expliqué dentro de las diez entregas de: “El oscuro pozo de la droga”, publicadas por AD, esta droga contiene un promedio del 3% de THC, pudiendo alcanzar el 5,5%. El THC, (conocido como delta-9-tetrahidrocannabinol (?9-THC), es el principal constituyente psicoactivo del cannabis) afecta a las células del cerebro encargadas de la memoria. Eso hace que la persona tenga dificultad en recordar lo sucedido recientemente, y hace difícil que pueda prestar atención a algo o a alguien mientras se encuentra bajo la influencia de esta droga. El consumo reiterado de marihuana puede distorsionar la percepción de la realidad y terminar en suicidio o accidente mortal.
Si prestigiosos especialistas, médicos, psicólogos y psiquiatras, coinciden en que la marihuana causa problemas psicológicos, pero también problemas de índole familiar y social, y se caracteriza por alteraciones del comportamiento y por otras reacciones que se derivan del consumo de manera continua o periódica, con el fin de experimentar sus efectos primero y evitar el malestar producido por la privación más tarde, entonces, ¿qué está pasando en las Universidades españolas donde se supone que debe formarse el relevo generacional para vertebrar este país, y donde un buen número de estudiantes se emborrachan y se drogan a su libre albedrio? ¿Por qué las autoridades no se enfrentan a los que con su comportamiento están defraudando a los contribuyentes, que con sus impuestos sostienen la enseñanza pública? ¿A quién le interesa que las universidades españolas sean academias de borrachos y porreros en lugar de centros para formar hombres y mujeres que piensen por sí mismos para ser realmente libres?
Los porreros y los borrachos deben ser expulsados de la Universidad sean del estrato social que sean. En primer lugar para desengañar a sus propios padres, y en segundo término, porque lo demandan los contribuyentes españoles que son los que en definitiva sostienen la enseñanza pública. El dinero de los impuestos que pagamos los españoles debe servir entre otras cosas para becas y ayudas al estudio, especialmente para jóvenes sin recursos que por méritos propios se hayan hecho acreedores a las mismas. Pero, una cosa es asumir esa responsabilidad y ese gasto para con aquellos jóvenes dispuestos a esforzarse agradeciendo ese gesto solidario, y otra muy diferente es malgastar ese emolumento económico en sostener un “ejército” de vagos, holgazanes y mangantes, que lo que persiguen no es estudiar una carrera, sino vivir de la sopa boba sin abrir un libro, esperando un puesto en la administración de la mano de cualquier partido político.
Otra gran verdad Sr. Román. Sin embargo, lo que pasa en la universidad no es algo diferente de lo que pasa fuera; es más bien un escaparate de lo que es hoy la juventud en todo Occidente. Porque los universitarios que hoy se dedican a drogarse y a hacer prácticas de filosofía de la escuela hedonista son los mismos niños que han mamado toda la porquería ideológica y moral del sistema político y social que padecemos todos. Hasta cierto punto han sido víctimas de la ingeniería social que lo domina todo, víctimas de una sociedad donde la Verdad está prohibida,… Leer más »
Fe de erratas. Deusto y Mondragon son privadas.
https://en.wikipedia.org/wiki/ACM_International_Collegiate_Programming_Contest#2018_World_Finals Aquí podéis ver el ranking de universidades en la prueba internacional de computación, de las 37 primeras ninguna española. Solo Castilla y León cuenta con universidades publicas como son la UBU, la de Salamanca y la de Valladolid a nivel medio europeo, el resto salvo departamentos de la Computense como el de física y filológicas, Deusto para ingenierías, y la Laguna y Granada para astrofisica nada de nada. En León también esta el famoso computador Calendula nuevamente en Castilla y León En Salamanca por cierto se encuentra en la facultad de medicina el mejor centro de oncologia de la… Leer más »
Articulazo !!! Muy bueno
Enhorabuena por este excelente artículo, que no dice más que la verdad.
He sido profesor universitario, y las universidades públicas están literalmente tomadas por el rojerío.
Pero eso a los pijo progres no les preocupa: ellos llevan a sus hijos a universidades privadas de élite, y los hijos de los trabajadores que no pueden pagarlas, pues que se jodan.
FRANCO HIZO MUCHO MÁS POR LOS TRABAJADORES QUE TODOS ESTOS INÚTILES, CORRUPTOS Y LADRONES, INCLUIDO EL PP.
Lo ha bordado. Ya era hora que alguien hiciese una descripción tan clara y contundente, y a su vez políticamente incorrecta.
Gracias por su valentía y por poner los puntos sobre las íes en todo este vidrioso tema.
Totalmente de acuerdo !!!!!
En la época del tardofranquismo ya eran una máquina de la masonería, lo que no se entiende como se fué tan permisible ya desde entonces. Octavillas, melenas largas los primeros “chinos ” el teatro los mítines clandestinos un juego inocente donde se observaba y se permitía. Esos no lideraba revolución alguna. Niñatos de papas franquistas y gente humilde manipuladas por estos, ya preparaban el “chollo” del 78