Una vez más el Madrid se consagra a la diosa Cibeles para celebrar un título. Y lo hace con la bandera española, un símbolo que vertebra a los madridistas de toda España. Tal vez ésta sea la principal divisa del madridismo frente a un FC Barcelona que pierde adeptos a borbotones tras la deriva independentista de sus dirigentes.

Esta vez la celebración en Cibeles contó con la emoción de saberse vencedores de La Liga, la 33 de su historia, la más deseada después de años resistiéndose. Con un 33 en grande en el lateral del autobús, campeones 2016/2017 y el escudo del Real Madrid, los jugadores madridistas trasladaron su fiesta a la zona descapotada, al ritmo de la música de Sergio Ramos, que minutos después actuaría como maestro de ceremonias.

«Es impresionante. Se demuestra en cada paso que damos el madridismo que hoy invade la capital. Es un día para disfrutarlo con ellos después de una Liga muy disputada», aseguraba Ramos a los medios del club.

Desde Málaga, y con parada en el Bernabéu, la plantilla al completo del conjunto blanco ha puesto rumbo a Cibeles para celebrar junto a su afición -48.000 seguidores se han acercado a la celebración- el primer gran título de la temporada. A ritmo de «Despacito» y de cánticos, la plana mayor del Real Madrid ha tomado la abarrotada plaza madrileña.

Apenas veinte minutos de celebración han bastado para que el Madrid compartiera con los suyos este título. «Estamos aquí para compartirlo con ellos, se lo merecen», ha asegurado Ramos a su llegada al símbolo madridista por excelencia. Ya en Cibeles, los jugadores han tomado el micrófono sobre el escenario preparado alrededor de la diosa. En la celebración no ha faltado la euforia con la que Cristiano Ronaldo ha pedido la ayuda de toda la afición para sumar el próximo título: la Champions. «Queremos volver con la Champions», ha asegurado el delantero. Momento en el equipo se ha arrancado a corear «nos vamos a Cardiff».

Casi a las tres de la madrugada, el capitán blanco ha besado a la escultura, a la que él y Marcelo han coronado con la bufanda y bandera del equipo. Vítores y «¡hala madrid!» han acompañado a ambos jugadores mientras se rendían a la diosa madridista.

Acto seguido, el equipo se ha despedido y se ha vuelto a subir al autobús que, en la parte trasera, mostraba el mensaje de despedida a la afición. «Gracias madridistas. A por la 12», rezaba el escrito. El reto de ser el primer equipo en reeditar título en Liga de Campeones se acerca.