Los socialistas contienen la respiración ante los próximos movimientos del secretario general electo, Pedro Sánchez, para renovar los cargos del partido entre las llamadas a la unidad, comenzando por la gran derrotada en las primarias, la presidenta andaluza, Susana Díaz.

“En Andalucía ya todos estamos con Pedro y, a partir de este momento, se acabaron los bandos”, ha proclamado Susana Díaz, que ha dejado claro que el PSOE andaluz va a “arrimar el hombro” para que al partido le “vaya bien en España”.

Llamadas a la unidad repetidas también por el presidente aragonés, Javier Lambán, muy crítico con Sánchez, que ha llamado a recuperar la “normalidad” y la “unidad, la concordia y la fraternidad” basada en la “lealtad absoluta” de Aragón con Pedro Sánchez y de él con los socialistas y el gobierno aragonés.

Lambán, que ha transmitido su felicitación a Pedro Sánchez, pese a que ha reconocido que no le ha llamado “por no molestar”, ha destacado que desde el pasado domingo, cuando fue elegido, cuenta con su “total y absoluta lealtad”, como ha hecho “siempre” con los dirigentes del partido fueran o no sus preferidos, como en este caso, ya que apostó por Susana Díaz.

“Pedro Sánchez cuenta con mi lealtad y la de los socialistas aragoneses”, ha insistido, toda vez que ha enfatizado que recuperar la fraternidad debe ser algo “mutuo”.

Unidad que reclama asimismo la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, que ha mostrado su pleno apoyo al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, al que “nadie discute o muy poca gente discute el liderazgo”.

Desde la candidatura de Patxi López, Rafael Simancas ha pedido el fin de las divisiones internas que se arrastran desde hace años pero esta vez “sin cierres en falso”.

“Los ganadores han de mostrar voluntad para reconocer la pluralidad e integrar lealmente al conjunto, votara lo que votara, y los no ganadores deben asumir una actitud colaboradora de igual lealtad hacia quienes han obtenido en buena lid la confianza de la mayoría”, ha alertado.

Al margen de las llamadas a la unidad, Sánchez será proclamado mañana miércoles oficialmente nuevo secretario general del PSOE, lo que abre una fase previa al Congreso Federal con la celebración de los “congresillos” provinciales, el primer termómetro para comprobar si se hace realidad la reclamada integración del partido.

Integración que podrá palparse cuando se conozca el nuevo organigrama del partido, pendiente a la espera de 39 Congreso Federal de mediados de junio pero cuya interinidad provoca algunos desajustes en los grupos parlamentarios.

En el Congreso, fuentes del grupo socialista esperan que se nombre cuanto antes al nuevo portavoz tras la dimisión de Antonio Hernando, aunque sea forma temporal a la espera del cónclave de junio.

Hoy mismo hay varias citas importantes en la Cámara Baja, como una reunión de la Comisión de investigación sobre la supuesta financiación irregular del PP, que requiere tomar decisiones de relevancia.

Esa falta de dirección se ha hecho patente hoy en una sesión parlamentaria con un rifirrafe entre el portavoz de Interior, Antonio Trevín, y la diputada Margarita Robles.

Ambos diputados, él próximo a Susana Díaz y ella a Pedro Sánchez, han mantenido una acalorada discusión cuando la segunda ha pedido explicaciones sobre por qué se iba a votar en contra de la Ley de Precursores de Explosivos, que se debatía hoy.

Para acabar con esta interinidad, todas las miradas están puestas en Isabel Rodríguez, actual portavoz adjunta quien, según fuentes del grupo, está dispuesta a asumir el encargo aunque también cree que hay diputados con un perfil mucho más cercano a Sánchez.

Fuera del PSOE, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha expresado su deseo de que Pedro Sánchez “no practique el cainismo interno” en su partido y grupo parlamentario.

Hernando ha citado las palabras de Sánchez tras ganar las primarias en las que anunciaba una oposición “útil”.

“Bienvenido sea”, ha dicho el portavoz del PP, quien ha recordado que hasta ahora el PSOE “ha sido útil en algunas cosas”, como a la hora de aprobar el techo de gasto, la subida del Salario Mínimo Interprofesional y con el acuerdo sobre el bono social en materia energética.

Desde Ciudadanos, su líder, Albert Rivera, ha acusado a Sánchez de “volver a las andadas” y querer pactar con Podemos y las fuerzas independentistas para sacar adelante su estrategia política, advirtiéndole que en ningún caso apoyarán esa “suma” ni tampoco iniciativas que puedan parar los Presupuestos u tras reformas necesarias.