La respuesta, españoles, está soplando en el viento
¿Cuántas banderas españolas tendrán que ser desgarradas, cuántas tendrán que arder en las piras secesionistas, cuántas tendrán que ser retiradas de los balcones, para que por fin los patriotas demos a los separatistas los escraches y manifestaciones que se merecen?
¿Cuántas veces tendrá que ser silbado el himno español, antes de que el pueblo español cante imperial mente la «Marcha Real» a pleno pulmón, con letra incluida? ¿Cuántas internacionales tendrán que cantar los rojos puño en alto, antes de que los patriotas podamos cantar el «Cara al sol» con el brazo en alto, sin que seamos perseguidos?
¿Cuántos terroristas tendrán que abrazar y pasear los rojiprogres, antes de que sus votantes perciban que no se puede votar a los enemigos de la Patria a la que ellos pertenecen, y a la que ellos deberían amar? ¿Cuándo ondeará siquiera una bandera nacional en los mítines y asambleas de las izquierdas?
La respuesta, españoles, está soplando en el viento. La respuesta está soplando en el viento.
¿Cuántos países europeos deberán ser gobernados por partidos identitarios, antes de que los españoles nos demos cuenta de que carecemos de un partido de derechas que proteja nuestra patria del asedio de globalismo?
¿Cuántos parados más tendrá que haber en España, antes de que el gobierno se dé cuenta de que con una tasa de paro tan monstruosa es incomprensible que la inmigración haya aumentado más de 20% el año pasado?
¿Cuánto tiempo más tendrá que estar expuesta en el Ayuntamiento de Madrid la pancarta de «Refugees welcome», antes de que los madrileños pidan su retirada en una gigantesca manifestación?
La respuesta, españoles, está soplando en el viento. La respuesta está soplando en el viento.
¿Con cuántas azotainas sanguinolentas tendrá que amenazar el machocoletas, antes de que siquiera una Femen vaya a escrachearle pechos al aire a su patio maravilloso?
¿Cuántos abortos más ?ya vamos por 120.000 al año? serán necesarios antes de que se comprenda de una vez que no existe el derecho de matar, sino el derecho de vivir?
¿Cuándo entenderán los animalistas que las personas son más importantes que los toros y las mascotas, y que es una hipocresía sideral defender a los perros mientras defienden el holocausto del aborto?
La respuesta, españoles, está soplando en el viento. La respuesta está soplando en el viento.
¿Cuántas persecuciones más a la Iglesia habremos de soportar, antes de que el rojerío progre admita que los católicos hemos sido quienes más hemos ayudado a «la gente», con comedores, hospitales, orfanatos, escuelas, etc…, mientras el bolchevismo amante de «la gente» iba de pogrom en pogrom, de cheka en ckeka, de gulag en gulag, de exterminio en holocausto de los pobres proletarios, a los que convirtieron en cadavérica legión?
¿Cuántas capillas tendrán que asaltar las gorgonas femens, antes de que un juez haga caer sobre ellas todo el peso de la ley?
¿Cuánto tiempo tendrán que tomarse los madrileños para decidirse a expulsar del ayuntamiento de Madrid a la hierofanta Rita Maestre, antes de que veamos a la blasfema como próxima e indigna alcaldesa de nuestra capital?
La respuesta, españoles, está soplando en el viento. La respuesta está soplando en el viento.
¿Cuántos millones de dólares más harán falta que den Venezuela e Irán a la cúpula que organizó Podemos, para que sus votantes entiendan que los jerarcas de la ultraizquierda son más de lo mismo, castocracia de la castuza?
¿Cuántas mafioserías tendrán que protagonizar los «blacks» podemitas, antes de que siquiera uno solo de ellos dimita, y dejen de despotricar hipócritamente contra la corrupción? ¿Cuánta basura filoterrorista más será necesaria en las redes sociales, antes de que los orcos tuiteros sean proscritos para siempre?
¿Cuántas matonerías de la ultraizquierda se precisan; cuántos insultos, cuántas amenazas, cuántos desprecios; cuántos actos de violencia tendrán que ejecutar antes de que sus mesnadas aborregadas se den cuenta de que no son una «máquina del amor», sino de odio, rencor y de fango, y de que sus sonrisas son las de las hienas en las frías estepas del rencor guerracivilista?
La respuesta, españoles, está soplando en el viento. La respuesta está soplando en el viento.
¿Cuántos millones de muertos más ?aparte de los 110 que ya llevan en sus innumerables genocidios? serán necesarios para que el progrerío admita que una vez que los rojos han cometido las mayores carnicerías de la historia?
¿Cuántos huesos más tendrán que exhumar de las tumbas? ¿A cuántas calles tendrán que cambiarles el nombre? ¿Cuántas huellas más de la victoria nacional del 39 tendrán que borrar, antes de que comprendan que perdieron la guerra, y que la «memoria histórica» no les va a convertir en vencedores?
¿Cuántas guerras más tendremos que ganar los españoles que amamos a nuestra Patria, antes de que los rojos admitan que un pueblo expulsó a la morisma, que derrotó a las hordas napoleónicas, que venció a las turbas bolcheviques, jamás podrá ser vencido?
La respuesta, españoles, está soplando en el viento. La respuesta está soplando en el viento.
¿Cuántos artículos más tendré que escribir, antes de que los españoles comprendan que los antisistema son agentes de un macabro experimento elaborado por la plutocracia globalista, cuyo objetivo es destrozar España, secular brazo armado del catolicismo ?la ideología que más se opone al NOM?, para tomarse la revancha de su fracaso en el 36?
¿Cuántos vientos tendrán que soplar sobre España, antes de que uno de ellos ?huracanado, devastador y justiciero? se lleve a la tierra de «nucajamás» la mugrienta hojarasca de la progresía roja, esta enorme montaña de detritus que amenaza la supervivencia de nuestro país?
Será un viento del pueblo, un viento de los que cantaba ?aunque con otra intención? Miguel Hernández: «Vientos del pueblo me llevan,/ vientos del pueblo me arrastran,/ me esparcen el corazón/y me aventan la garganta […] No soy de un pueblo de bueyes,/ que soy de un pueblo que embargan/ yacimientos de leones,/desfiladeros de águilas/ y cordilleras de toros/ con el orgullo del asta […] ¿Quien habló de echar un yugo/ sobre el cuello de esta raza?/ ¿Quien ha puesto al huracán/ jamás ni yugos ni trabas?».
¿Cuando se pondrá España en pie, despertará de esta horrible pesadilla, y hará que esta amenaza anticatólica y antiespañola sea un mal recuerdo, que las jaurías radicales sean solamente un «Gone with the wind». O sea: «Lo que el viento se llevó».
¿Dónde se las llevará nuestro huracanado viento del pueblo? Pues, para decirlo con las palabras del mismo Rhett Butler en la mítica película: «Francamente, amigo mío, me importa un bledo».
Por desgracia, creo tener la respuesta a esas preguntas, y es esta…Hasta que España se convierta en un nuevo Líbano, pues este país si nos informamos sobre la situación previa al estallido de la guerra civil de 1975-1990 guardaba muchas similitudes con la situación actual de España (Estado débil, localismos fuertes y favorecidos por la élite política y económica, multiculturalismo, sociedad multietnica, etc.). El pueblo español no creo que reaccione, pues a mi entender, ha sido convertido en una masa aborregada (y han empleado todos los medios para conseguirlo), basta recordar los 11 millones de votantes que tuvo la vuelta… Leer más »
Los “rojos” ya estubieron 40 años perseguidos por levantar el puño, de hecho era ilegal ser “rojo”. Ustedes son lo peor, pero no esta prohibido ser fascista,racista,xenofobo,misogino,machista, de hecho aqui estan campando a sus anchas, pero no se engañen, ustedes no estan ni perseguidos ni prohibidos, lo.que pasa es que son 4 y el cabo, asumanlo.
Nosotros los verdaderos patriotas españoles, los que amamos a nuestra patria, los que hemos hecho el servicio militar porque era nuestra obligación para con España, los que estamos dispuestos a luchar y si es necesario morir por nuestra patria somos los verdaderos revolucionarios de hoy en día. Vamos en contra de las fuertes corrientes que nos quieren imponer. En contra del separatismo, de las ideologías de genero, de las ideologías roji-progres, de las ideologías mundialistas multi-culturales, de las ideológicas de emigraciones masivas contra natura. De la destrucción de la mayor civilización que ha visto jamas la humanidad y los tiempos.… Leer más »
Mientras la realidad la percibamos por lo que nos vende la TV no hay nada que hacer. Y la realidad que nos hacen percibir es que esto es un maravilloso mundo de Oz, donde todo son risas, maricones simpáticos, bolleras dicharacheras… Lo mismo que en cataluña se han utlizado los medios y la educación para crear un sentimiento irracional de odio visceral al resto de España, se puede crear cualquier otro sentimiento más noble en toda España. Pero para ello hay que hacerse primero con el control de dichos medios. Cosa que, evidentemente, la judería marxista nunca va a permitir… Leer más »
Y a usted quien le a adoctrinado para que supure ese odio por los 4 costados dia si y dia tambien?? Yo creo que usted no pude ni dormir de ese odio que le sale a borbotones. De las majaderias frenopaticas que usted puede llegar a decir le tienen que doler hasta las muelas.