Todo depende de quién sea la víctima
Como ha venido informando AD, un anciano de 81 años vecino de Torrejón de Ardoz, perdió la vida tras mantener una discusión con un individuo de etnia gitana, que circulaba con un turismo por aquella localidad. Ramon, recriminó al conductor su conducta, éste paró de inmediato y se apeó del turismo, se dirigió hasta el anciano, y de un puñetazo en la cara lo lanzó de espaldas contra el suelo causándole la muerte.
Al lugar acudieron además de vecinos y curiosos, los tres hijos de Ramón interesándose por lo sucedido. Nadie quiso linchar a nadie ni vengar la muerte del fallecido. Tampoco el agresor precisó protección policial por verse acosado ante la multitud. Eso sí, la gran mayoría de los medios informativos como de costumbre en estos casos, omitieron o silenciaron del agresor que se trataba de un joven de etnia gitana.
Al hilo de lo anterior, les voy a contar una historia que no todo el mundo sabe. En diciembre de 1998, en el barrio de Nazaret de Valencia, un camionero atropelló y mató a un niño gitano de trece meses de edad que deambulaba por la calle fuera del control de sus padres. Este trágico suceso se convirtió de inmediato en salvajada. Cuando el conductor bajó del camión para auxiliar al niño, entonces, cayeron tantos golpes y cuchilladas sobre su cabeza que ésta quedó convertida en un amasijo sangriento.
Antonio Civantos Armenteros, de 44 años de edad, casado y padre de dos hijos, se vio rodeado por familiares y conocidos de la criatura, también de etnia gitana, residentes todos ellos en las ya derruidas “casitas de papel”. Antonio, visiblemente aterrorizado intentó escapar pidiendo socorro, pero no llegó muy lejos, a escasos metros fue abordado por una turba salvaje que se ensañó hasta causarle la muerte.
Traigo a colación este trágico suceso de hace casi veinte años, para que los lectores vean con claridad meridiana, las consecuencias que pueden llegar a tener unos hechos, dependiendo de quién sea la víctima.
Por lo tanto, señoras y señores periodistas de ciertos medios escritos y hablados; juntaletras de todo pelaje acostumbrados a publicar con todo lujo de detalles la condición de policías, sacerdotes, militares, abogados, albañiles o taxistas, implicados en hechos delictivos o insertos en causas penales. Sin embargo, omiten y silencian sistemáticamente el origen, etnia o raza, de presuntos asesinos, violadores o terroristas que delinquen u operan dentro de nuestras fronteras.
Por favor, ya está bien de desinformar y confundir a la opinión con la eterna cantinela de que los que denunciamos la criminalidad de los extranjeros en España, pretendemos fomentar el racismo y la xenofobia. Ya está bien de manipular a la gente ocultando sistemáticamente la condición del agresor o asesino, solamente, cuando se trata como digo de un inmigrante o, como en el caso de Torrejón, de un gitano.
Lo que hay que decir alto y claro es, que cualquier persona ejemplar para con sus vecinos, inofensiva, decente, y con identidad española, se encuentra a merced de que cualquier “mascachapas” quiera indultarle o quitarle la vida. Esa es la realidad de todo este asunto. Todo hampón quiere ser alguien. Centenares de delincuentes muchos de ellos inmigrantes, deambulan por las calles esperando la ocasión. Se han hecho los amos de las calles en los barrios obreros, importándoles un cojón la vida del prójimo. Asaltan tu propiedad sin temor a nada ni a nadie y, si es preciso, por una simple mirada con ocasión del tráfico rodado se llevan por delante al más pintado. Esto es tan habitual y cotidiano como la corrupción política y el desafío catalanista.
Ya no se trata de esos pasajes que veíamos en las películas donde en los puertos y en los desguaces los mafiosos se deshacían de los cadáveres, no. Está sucediendo en España y es el indicador principal del grado de podredumbre o la peor de las pandemias que puede llegar a sufrir una sociedad: “La ley del más fuerte”.
Díganme, ¿qué pasaría, señor político, señor juez, o señor fiscal, si hubiera sido su padre de usted el atacado por ese macarra callejero?
El fruto de cuarenta años de democracia lo estamos recogiendo ahora. Años y años de papeles para todos; despenalización del consumo de drogas; corrupción generalizada y a todos los niveles; terror en las aulas; maltratos en residencias geriátricas; agresiones a médicos y enfermeras en hospitales y ambulatorios; asaltos a capillas e iglesias católicas; desacatos continuos a agentes de la autoridad; insultos impunes a los símbolos representativos de la patria; faltas de respeto por doquier; lenidad para criminales; y en definitiva: inseguridad, agresividad, violencia y muerte.
Hace como cincuenta años, estaba una tribu (*) acampada al lado de una carretera. Un camión atropelló a un niño de la tribu que andaba suelto por la carretera. El conductor se bajó a atender al niño, los de la tribu, con gran arrojo, le rodearon y le navajearon en correspondencia a su mala acción de querer ayudar. Cerca del lugar del accidente pasaba una pareja de la Guardía Civil caminera (**), esa ya desconocida que antiguamente andaba por las margeneres de las carreteras y por los caminos y veredas (¿alguien recuerda a esas “parejas de hecho”?). La pareja, al… Leer más »
Voy a acabar la excelente exposición. Pero como en las pelís “Todo cuanto voy a escribir no es real” Como Ud. saben mejor que yo, la droga afecta a todas las instancias. A las judiciales también. Ciertos abogados con sombrerito, antes fiscales que compaginaban (ilegalmente academias de preparación a judicatura y miembros del mismo tribunal opositor) defienden a ciertos colectivos y no a otros, por cuestión de azucar glass. ¿Recuerdan Uds. un magistrado que se estampó con su moto cuándo iba contra sentido y hasta el corvejón de coca? Pues ” a calderadas”…… Asi, en el caso del camionero honrrado,… Leer más »
Y más recientemente, varios niños musulmanes asesinaron a 3 jóvenes españoles, quemándolos vivos en una cueva de Almería. Nunca más se supo. Ni una pequeña reacción ni de los familiares. La cobardía española pasará a la historia. Que vergüenza vivir en esta época.
Si lo que hicieron con el camionero en Valencia, lo hubiesen hecho los vecinos de Torrejón con el agresor de Ramón, La Secta, Tele5, Atresmedia, la casa real, el gobierno y hasta la UE, hubiesen declarado día de luto nacional en todo el viejo continente.
Como siempre, su escrito es irrefutable lección magistral ¡Barvo!