Enrique Ponce: “La tauromaquia es el arte de las artes”
El torero Enrique Ponce ha considerado la tauromaquia como el “arte de artes” y ha instado a la divulgación de esta “fiesta nacional única” en la primera de las conferencias de los cursos de verano de la Universidad Católica de Valencia, dirigidos por el expresidente de la Generalitat Francisco Camps.
Ponce, que en 2007 recibió la Medalla del Oro al Mérito a las Bellas Artes, ha incidido en la importancia del toreo como arte, alegando que en esta fiesta “se conjugan todas las otras expresiones artísticas”, como la música, la escultura o la pintura, y ha recordado la afición taurina de grandes artistas como Picasso, Lorca o Vargas Llosa.
Rodeado también de algunos alumnos de la escuela taurina, les ha pedido que “no cedáis al falso humanismo”, y ha instado a “creer y a predicar la fiesta de toros como un arte sin parangón en el mundo”, remarcando que “es nuestra y nadie nos la va a arrebatar”.
En declaraciones previas a la conferencia, el torero ha apostado por la formación en pro de la fiesta: “creo que el toreo hay que divulgarlo, hay que enseñarlo, hay que fomentarlo y sobre todo, y muy importante, es hablar de toros” para que la gente “comprenda el por qué de esta fiesta, por qué existe un toro al cual un hombre hace frente y crea una obra de arte con él”.
Ha aprovechado el encontrarse en un foro educativo para “desmontar algunos tópicos” sobre técnicas del toreo, que ha tildado de “absurdos, fundamentados por gente que no ha estado frente a un toro”, para lo cual no ha dudado en ponerse de pie y ofrecer una pequeña clase práctica sobre cómo actuar en el ruedo.
También ha tenido palabras para los antitaurinos, a quienes ha agradecido su oposición, que, según Ponce “no hace más que dar carta de naturaleza a este arte tan auténtico”.
Seguidamente, ha defendido la tauromaquia como un arte complejo y trascendental de una “profundidad extrema, de una empatía y sentido de la compasión extraordinaria para consigo mismo como hombre y para con el toro como icono”.
Sobre el riesgo de la profesión, en un año en el que las plazas han sido testigos de terribles cogidas, ha dicho que “aquí no hay redes y no hay cuerdas, en el toreo todo lo que ocurre es verdad y el toro es un animal que posee fiereza, agresividad y por supuesto de una bravura que no tiene límites”.
Para el matador, algunos hechos, como el que recientemente se produjo en Pamplona, cuando la Policía desalojó a una embarazada de 8 meses que pretendía correr el encierro, son “una gran falta de responsabilidad, cosas que uno no entiende” y ha insistido en que “el valor del gran toreo nada tiene que ver con la inconsciencia”.