Más vale esto que nada
“Más vale esto que nada”, frase cada vez más escuchada por boca de jóvenes en los que ha calado el discurso neoliberal de los nuevos socialistas del Partido Popular. Muchos de estos jóvenes carentes de ilusión y sin un objetivo claro y determinante por falta de perspectivas, solo aspiran a percibir un salario, aunque sea de miseria, para poder adquirir un vehículo y poder salir de fiesta nocturna los fines de semana. El resto, ya lo costearán sus padres.
Ese conformismo de los jóvenes y menos jóvenes con los contratos basura y el empleo precario, del que se felicita el gobierno de Rajoy -entre otras razones por carecer de una oposición seria y coherente-, se debe principalmente a la carencia de esos jóvenes de una formación política básica basada en el espíritu nacional y en los valores que todo pueblo necesita para ilusionarse en vertebrar una gran nación.
Las generaciones del porro, del sexo, del botellón y del desmadre, que hoy conforman uno de los ejércitos de parados más numeroso de Europa, carecen de las herramientas necesarias para analizar de forma rigurosa y objetiva la realidad política, más allá de la mera consigna recibida. Los principales responsables de esta situación han sido, al margen de los partidos políticos y sindicatos, la mayoría de los medios informativos al servicio del gobierno de la nación, durante los últimos cuarenta años.
Los socialistas, cuando les ha tocado estar en la oposición, solo se han preocupado de tres cuestiones fundamentales como ejes donde deberían girar sus políticas: las listas cerradas ante los próximos comicios para no perder la silla; mantener vivo el antifranquismo como instrumento político junto a los frentes independentistas a través de las autonomías u oficinas de colocación; y el ataque sistemático a todo lo que guardase relación con nuestras raíces cristianas. Soluciones para el desempleo, la droga, la inseguridad ciudadana, la sanidad, la educación o la justicia, ninguna.
Algaradas callejeras y huelgas generales, todas. Objetivo: mantenerse en la ubre del Tesoro nacional, autonómico o local, o volver a lograr alcanzar el poder al precio que sea. Conclusión, pues que la misma izquierda y ahora la extrema izquierda, en lugar de hacer oposición seria y constructiva, han convertido al PP y a Rajoy en lo menos malo para dirigir la nación. De ahí que, los medios informativos al servicio del gobierno sean los portavoces de Podemos, y los verdugos de toda nueva formación decente con un programa nacional, que intente ver la luz a la derecha del Partido Popular.
El discurso de Rajoy y sus acólitos, tantas veces repetido a través de los medios informativos a su servicio, ha llegado a calar en la gente, hasta tal punto, que no es difícil encontrarse a jóvenes que alardean de radicales y que seguramente votan a partidos de izquierdas, que sin plantearse la relación existente entre la economía y la política o la corrupción del PSOE o del Partido Popular, firman un contrato basura diciendo: -“Más vale esto que nada”. Después van mucho más allá: -“¿Crisis, qué crisis si los bares están llenos?”. Y por último, para justificar todavía más su insensatez, se dicen a sí mismos: “El que no trabaja es porque no quiere”.
Pues bien, cada vez que alguien que ser de izquierdas y firma un contrato basura, pronuncia alguna de estas frases, muestra su resignación ante la inoperancia de los suyos y lo que en su foro interno han calado las políticas de Rajoy, consistentes, en reducir a los trabajadores a meros esclavos al servicio de una élite mundialista, que mueve las mayores fortunas del Planeta.
Una vez liquidado el sistema social del régimen de Franco, que se distinguía principalmente por la seguridad en el empleo, la democracia nos impuso el modelo liberal del despido libre, los contratos basura, los sueldos de miseria y la precariedad en el empleo. Y todos tragaron, la patronal, los sindicatos, y la gran mayoría de la clase trabajadora que ha seguido votando a sus “verdugos” con más énfasis si cabe.
La tarea ha sido ardua, pero lo han conseguido. Han logrado confundir a la opinión falsificando las cifras de creación de empleo y cacareando que la crisis está llegado a su fin, pero la realidad es muy distinta, pues cada vez que un trabajador firma un “contrato basura” de empleo precario y admite que “es mejor esto que nada”, los representantes de las grandes multinacionales y el gobierno se bañan desnudos en una piscina de cava.
la sociedad aborregada por los medios de comunicación y la ingenieria social, en lugar de salir ala calle y revelarse contra esta pseudodemocracia, se conforma con el pesebre que se les da. la sociedad cada vez mas empobrecida y por lo tanto mas esclava.menos libre y mas ignorante.Eso si cada cuatro años a votar, tan contentos.Magnifico articulo,como siempre, sr.Roman
La derechona liberal española carece de principios, el claro ejemplo es 13tv y los pseudoliberales que parasitan el Estado. Han antepuesto su concepción liberal de la economia a principios transcendentales como la religión o el aborto.
Para la derechona es más importante el liberalismo que el aborto.
La triste realidad. A la chita callando se han hecho los amos, cobardeando en tablas, sí, pero los amos. Lo controlan absolutamente todo, hasta la democracia.