Banderillas españolas en la plaza de toros de Bilbao, por orden de Cayetano Rivera
Polémicas y discusiones por los colores de las banderillas protagonizaron este viernes la corrida de Bilbao. El torero Cayetano Rivera entregó personalmente a su cuadrilla banderillas vestidas con los colores de la bandera de España para poner al segundo toro de Victoriano del Río en la plaza de Vista Alegre. Se negó así a utilizar las que se usan normalmente en esta plaza con los colores de la divisa de la ganadería titular, de la ikurriña y de Bilbao. La decisión suscitó algunos pitos entre el público, aunque el acto fue aplaudido por la mayoría.
Todo ese ruido aguantó hasta que salió el cuarto toro, un colorado de Victoriano del Río que le sirvió a Enrique Ponce para aplacar los ánimos del tendido
El pequeño de los Rivera brindó el toro al Rey emérito, Don Juan Carlos de Borbón, presente en la corrida. La postura adoptada por Cayetano se produce después de que Antonio Ferrera se negara a barandillear el pasado sábado ante la pitada de los tendidos de Vista Alegre a la bandera nacional.
Dejando aparte la polémica provocada con las banderillas, Cayetano no consiguió que la faena a su primer toro levantara el vuelo, con fases de muletazos de buen trazo y cites entregados, aunque también con otras en las que se le echó en falta mejor pulso para sostener unas embestidas tan enclasadas como menguadas de energía.
Como contraste, tuvo que enfrentarse después al peor toro de la corrida, un muy serio ejemplar de Victoriano del Río que nunca quiso humillar y cada vez soltó más violentos cabezazos. Cayetano, al menos, consiguió que los pitones no tocaran su muleta durante un empeño tan loable como deslucido y, por la polémica anterior, poco valorado.